Ayer por la mañana y en el salón de debate de la Justicia provincial, en la ciudad de Río Grande, quedó de manifiesto que el consumo y comercialización de drogas ilegales es un verdadero flagelo en Tierra del Fuego que lejos de mermar está en pleno auge. El hecho cuenta con el agravante de que la ciudadanía ha naturalizado esta actividad ilícita.
Así quedó demostrado cuando el taxista asaltado por Julio Esteban Juárez, de 33 años de edad y Darío Orlando Zurita, de 24, declaró ante el Tribunal de Juicio con total naturalidad que él conocía a sus atacantes porque “iban a comprar habitualmente merca a la casa de la rubia”.
El hombre se refería así a un domicilio de los asentamientos de la Margen Sur, en donde el narcotráfico parece ser una práctica habitual a la que a nadie ya le llama la atención.
El taxista relató a los jueces que los dos asaltantes hablaban durante el viaje, antes de que le apoyaran un cuchillo en el cuello, sobre la compra de “bolsitas” en el destino del viaje, en la zona de las calles Tolhuin y Holpin de la Margen Sur.
Ante el gesto de incredulidad de algunos rostros, el chofer avanzó en sus dichos y dijo: “Ellos siempre iban a comprar merca a la casa de la rubia”.
Ante la pregunta de uno de los integrantes del Tribunal, acerca de cómo le constaba a él que Juárez y Zurita concurrían a ese domicilio a comprar droga, el taxista terminó por confirmar, en plural, que “Llevamos pasajeros todo el tiempo a ese lugar”.
Ante el inesperado giro de la causa, cuyo objetivo era el de determinar la responsabilidad de los imputados en un asalto, el presidente del Tribunal de Juicio Oral en lo Criminal, Dr. Juan José Varela, ordenó girar oficios a la Fiscalía Federal en Río Grande a fin de que tome cartas en el asunto, e intervenga.
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