La jueza de feria María Cristina Barrionuevo procesó a Diego Miguel Ferreyra Colautti (23) luego de considerar probado que fue el autor del haber asesinado de 19 puñaladas a Alberto Altamiranda (59) en una pelea que se desató en el interior de una precaria casilla ubicada en inmediaciones del playón ubicado en la calle Raúl Muriel y Facundo Quiroga, en el barrio La Oca.
Al menos 4 testigos comprometieron la situación de Ferreyra Colautti, ya que algunos lo vieron salir de la vivienda a últimas horas del 7 de enero de la casilla en la que residía Altamiranda. Otra testigo que egresó de su casa escuchó gritos y que algo de vidrio se rompió en el interior de la finca, pero luego todo se hizo silencio. Y finalmente dos testigos conocidos del detenido declararon en la justicia que efectivamente el acusado les había confesado que lo mató porque fue Altamiranda quien quiso en primer término atacarlo con un cuchillo.
Pero hubo otro excelente trabajo investigativo realizado por la División de Delitos Complejos de la Policía de la Provincia a pedido de la jueza Barrionuevo. Un relevamiento de cámaras de la zona, permitió ubicar a Ferreyra Colautti a pocas cuadras de la escena del crimen, inmediatamente después de sucedido el hecho. Se lo ve que se sienta en el cordón de la calle, luego de algunos minutos abre una mochila y extrae un elemento similar a un cuchillo. Luego camina unos metros y se lo ve que esconde el arma presuntamente homicida dentro de un monolito en uno de los mástiles que se encuentra en la Plaza de Malvinas que está en el Barrio La Cantera.
Con estos registros fílmicos la Policía se dirigió a dicha plaza donde efectivamente encontraron oculto un cuchillo, que tenía manchas de sangre. Este elemento fue enviado a peritar además de que se tomaron muestras de ADN cuyos resultados estarán recién dentro de 25 días. En caso de tener restos genéticos de la víctima y del acusado, ya no habrá más nada por abordar.
Para la jueza Barrionuevo las lesiones evidenciadas por Altamiranda fueron provocadas por Ferreyra Colautti quien habría atacado de forma sorpresiva al hombre cuando este se encontraba acostado. Esto derivó en que Altamiranda se viera sorprendido y superado por la fuerza y destreza del acusado, mucho más joven, y no descarta que ambos hayan estado alcoholizados al momento de desatarse la riña.
La prueba de ADN no sólo se resumirá al cuchillo secuestrado en la plaza y que fuera descartado por Ferreyra Colautti, sino que también se recogieron muestras de sangre de las zapatillas del acusado, que también estaban manchadas, y también se secuestró un cuchillo que estaba junto al cuerpo de Altamiranda, por lo que tampoco se descarta que también haya existido una riña previa.
Lo cierto es que fue Ferreyra Colautti fue procesado por el delito de homicidio simple, y no se pudo valorar en ningún momento de la causa la posibilidad de que haya actuado en defensa propia, ya que el mismo en todo momento se negó a prestar declaración por recomendación de su abogado defensor. Igualmente esta posibilidad en un juicio poco podría prosperar, toda vez que las puñaladas fueron 19 y no una o dos, que sí podría justificar un acto de defensa.
Compartinos tu opinión