El Superior Tribunal de Justicia de la Provincia (STJ) resolverá “de manera inminente” la situación del empresario de la ciudad Héctor Darío “el gringo” Weiss, condenado en mayo del año pasado a 8 años de prisión efectiva por el Tribunal Oral en lo Criminal de Ushuaia, a raíz del abuso sexual de dos niñas de 8 y 14 años.

El máximo tribunal provincial tiene en sus manos un recurso de casación presentado por la defensa de Weiss hace casi nueve meses, por lo que según fuentes judiciales consultadas por EDFM, habrá una resolución de ese planteo durante el transcurso de los próximos días.

“El expediente está circulando entre los tres integrantes del STJ para que cada uno emita su voto. Es un hecho que habrá una decisión en forma inminente”, señalaron las fuentes.

También precisaron que la demora en el dictado de un fallo obedece a que el tribunal le otorga prioridad a las causas donde ya existen personas privadas de la libertad, a lo que hay que sumar la feria judicial de verano y las licencias de varios magistrados y funcionarios que postergaron una definición, dijeron los voceros.

Si bien Weiss fue condenado en mayo de 2018, todavía permanece en libertad porque la sentencia no está firme, y para ello hace falta que la Corte provincial ratifique el pronunciamiento del tribunal oral, y que además declare inadmisible la eventual presentación de un recurso extraordinario federal ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

En ese caso, Weiss podría recurrir, de todos modos, al máximo tribunal del país mediante un recurso de queja, pero la sentencia se consideraría firme en el ámbito provincial y por lo tanto sujeta a ser cumplida de inmediato.

El empresario fue hallado culpable de los delitos de “abuso sexual simple reiterado en un número indeterminado de veces” en concurso ideal con “abuso sexual con aprovechamiento de la inmadurez de la víctima reiterado, tres hechos”.

Al juzgar el caso en juicio, el tribunal le asignó credibilidad al testimonio de las propias víctimas, al afirmar que, en uno de los hechos, “refleja la verdad real de lo acontecido, pudiendo –entonces- afirmar que encuentro plenamente probada tanto la existencia material del hecho en trato, como la autoría por parte del imputado”.

En cuanto al otro episodio, los magistrados entendieron que Weiss abordó a la menor “de manera gradual”, hasta que en un momento la increpó con “sorpresivos besos y manoseos”, y agregaron que “el persistente accionar del imputado logró desparecer o torcer la conducta de la víctima”. A la vez, mencionaron que el condenado se aprovechó del carácter y de la “inexperiencia e inmadurez sexual de la menor, así como de su alto grado de vulnerabilidad”.

Una de las abogadas querellantes del caso, Karina Echazú, recordó que el recurso de casación (que resolverá en breve el STJ) no es una simple apelación, y que por lo tanto no puede modificar el fallo original “salvo que exista alguna arbitrariedad en la aplicación del derecho”.

La querellante recordó que antes del precedente denominado “Donamaría”, el tribunal de juicio disponía la prisión preventiva sin esperar el fallo casatorio, pero que a partir de este antecedente (surgido de una interpretación de la Suprema Corte) las personas mantienen su libertad hasta que la condena adquiera firmeza.

“En este caso, Weiss está libre pese a que el precedente Donamaría admite que debe tenerse especial atención con las causas donde se juzga violencia de género o delitos contra menores. Es más, el propio tribunal de juicio señaló en su sentencia que se encontraba limitado (en cuanto a dictar o no la prisión preventiva) por la jurisprudencia del Superior Tribunal”, detalló Echazú.

La abogada también puntualizó que a través de una modificación a la ley de delitos sexuales de julio de 2017, si Weiss es definitivamente condenado, tendrá que cumplir la pena completa en prisión, “sin posibilidad de salidas laborales u otro tipo de beneficios excepcionales”, indicó.