A raíz de la causa radicada en Rio Grande, la cual manifiesta y solicita la investigación sobre los tormentos infringidos hacia los soldados enlistados en el conflicto bélico del 1982 en las Isla Malvinas, donde algunas de las torturas que se cuentan son estaqueamientos, enterramientos y abusos sexuales por parte de sus superiores, ayer la Comisión Interamericana de Derechos Humanos declaró admisible el caso promovido por el Centro de ExCombatientes (CECIM) de La Plata.

En ese marco, el Centro de Excombatientes de Islas Malvinas de La Plata fue le sede que se encargó de solicitar que se declare la responsabilidad del Estado argentino por omitir las investigaciones y que se juzguen a los miembros de las Fuerzas Armadas que torturaron a los soldados.

Es por ello que, el Secretario Ejecutivo Adjunto del Sistema de Peticiones y Casos de la CIDH, Jorge Meza fue quien puso la firma en la resolución que detalla lo siguiente "declarar admisible la presente petición en relación con artículos I, II, III y XVIII de la Declaración Americana; artículos 5, 8, y 25 de la Convención Americana, en concordancia con sus artículos 1.1 y 2; y artículos 1, 6 y 8 de la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura".

Por su parte, el secretario de Derechos Humanos del CECIM, Ernesto Alonso, explicó que "entendemos que a 41 años de finalizada la Guerra de Malvinas, el Estado no dio respuestas sobre las torturas sufridas por los soldados a manos de miembros de la Fuerzas Armadas. Frente a esa omisión del Poder Judicial de la Nación, que está obligado a investigar en aquellos casos en que se presume hubo violaciones masivas de los derechos humanos, en 2015 y después de que la Corte Suprema nos diera la espalda, presentamos esta petición”, sostuvo.

Asimismo, Alonso remarcó que "8 años después, recibimos con emoción la admisibilidad del caso. La Comisión Interamericana comprende que el Estado argentino debe ser evaluado y juzgado en instancias internacionales, contraponiendo toda la prueba que existe por torturas a soldados. Hay derechos humanos en juego, el derecho al acceso a la justicia para obtener una reparación integral, pero también hay otros derechos muy importantes en juego, como el de la integridad personal, no ser sometido a torturas, a poder desempeñar la vida sin ninguna degradación", consideró.

Finalmente, el secretario de Derechos Humanos del CECIM reiteró que “las torturas a soldados se cometieron en contexto de dictadura, con lo cual ahí hay un guiño a la historia que CECIM escribe desde hace cuatro décadas y que tiene que ver con entender que la guerra de Malvinas fue un capítulo más de la dictadura cívico militar".

También, el abogado defensor del CECIM, Jerónimo Guerrero Iraola, se pronunció a través de sus redes sociales y dijo "ocho años de trámite ante la CIDH para llegar a este momento" y analizó que "en épocas en que la apología de la dictadura irrumpe en la escena, el CECIM vuelve a construir la pedagogía de paz y a reescribir una parte de la historia: la guerra de Malvinas fue un capítulo más de la dictadura cívico militar. Todas las víctimas, casi 200" y cerró haciendo un llamado por "Memoria, Verdad, Justicia, Soberanía y Paz", concluyó el magistrado.