El sector tecnológico atraviesa una nueva ola de remarcaciones. A raíz del cepo importador y la reinstalación del 16% en el arancel a gran parte de las notebooks, los precios de esos dispositivos en lo que va de marzo aumentaron hasta un 67%. Así lo indica un relevamiento de la consultora MRT (Market, Research & Technology) que midió la evolución de los precios de los 50 modelos más vendidos en las principales cadenas de retail.
En conjunto, la “inflación informática” en las tres primeras semanas promedió el 13% (casi el doble del costo de vida proyectado para todo el mes) , pero “las mayores alzas se registran en productos de marcas internacionales y de última generación, en contraposición con las laptops ensambladas en el país, que subieron menos o incluso bajaron”, dice Gastón García, analista de MRT.
En el sector coinciden que las remarcaciones se acentuaron con el endurecimiento de las trabas para importar. Y que la situación se agravó con la suba arancelaria del 16% a las notebooks terminadas, que entró en vigencia el 15 de marzo, y que afecta a las marcas globales (Lenovo, Dell, HP, Asus y Acer), que concentran el 90% del mercado. El 10% restante se lo reparten ensambladores locales, entre ellos Newsan, Mirgor, Exo, PC Arts (Banghó) y Positivo BGH.
El informe de MRT distingue dos etapas. En la primera, que va del 1 al 10 de marzo, el precio de una laptop promedio (importadas y nacionales) pasó de $ 411.300 a $ 414.800, lo que representa una suba de 6%. En el segundo -del 10 al 20- el valor aumentó otro 7% y el ticket rondó los $ 441.000. No obstante, en todo el período, algunos modelos de vanguardia de Apple, HP, Lenovo y Asus aumentaron sus precios entre 29% y 67%.
La que más aumentó fue una Acer Aspire con procesador Ryzen, que hasta el 10 de marzo costaba $ 189.000 y saltó a los $ 263.500 tras la suba del arancel. Hay otros casos notorios, como una McBook Air (Apple), cuyo precio aumentó 58% en el mismo lapso: de $ 826.000 a $ 1,1 millones. Varios modelos de HP contabilizan subas de 40%, divididas en 2 partes.
El análisis de MRT está basado en el monitoreo de los precios publicados por las cadenas especializadas de alrededor de 500 modelos distintos de notebooks de casi todas las marcas. También compara valores en función de su procesador, que es un componente compartido en muchos equipos, y el más costoso. Los Ryzen, de AMD; el M1 y M2, de Apple; y los I Core, Pentium y Celeron, de Intel. En marzo, la suba promedió 17%, señala el informe.
En el mercado, las opiniones están divididas con respecto a la suba de los aranceles. No obstante, coinciden en recalcar que lo que más preocupa es la demora en autorizar el ingreso de mercadería al país, sean de componentes para ensamblar o computadoras terminadas. “De uno u otro modo, el tema del arancel se puede resolver de alguna manera. Lo que no tiene solución es que no tengas producto”, se lamentó un alto ejecutivo de una multinacional.
En todo caso, explican, el cepo venía presionando sobre los precios de las laptops desde mediados del año pasado y la suba arancelaria complicó el panorama. “En los últimos 11 meses -subraya Novoa- el salto de precios (en pesos) más destacado se produjo entre junio y julio 2022 (aumento promedio del 83%), por el freno al pago de importaciones y las renuncias de Martín Guzmán y de Silvina Batakis”.
El Gobierno argumenta que la reciente suba del 16% a las “importadas” favorece la integración local y es generadora de empleo. Según IDC, en 2022 se importaron casi 788.000 notebooks. “De ese total, 711.914 ingresaron terminadas y el resto se ensamblaron en la Argentina”, señala Sebastián Novoa, analista de esa consultora.
La participación de las marcas locales nunca logró equiparar a las líderes. Sin ir más lejos, en 2012 -durante el segundo mandato de Cristina Kirchner- llevó el arancel de las notebooks terminadas del 16 al 35%, con lo cual los fabricantes nacionales pasaron a representar entre el 33 y 40% del mercado argentino. El gobierno de Cambiemos lo bajó a 0%, en 2017, vigente hasta la semana pasada.
Actualmente, la problemática del cepo complica incluso a las computadoras “educativas” del programa Conectar Igualdad, que son solventadas con fondos públicos. Novoa explica que “a la fecha continúan demoradas 1 millón de unidades, que debían ser entregadas este año”.
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