Más del 70% de los niños, niñas y adolescentes consume con baja frecuencia legumbres, cereales integrales, verduras y frutas, según el análisis de la alimentación de la Encuesta de la Deuda Social Argentina (EDSA).
Mientras que solo 2 de cada 10 niños consumen el desayuno completo combinando lácteo (ingesta de leche, yogur y queso en forma única) acompañado de pan y frutas.
Según Sergio Brito, nutricionista y director del Centro de Estudios sobre Políticas y Economía de la Alimentación (CEPEA), explico que las legumbres, frutas verduras, cereales, lácteos, pescados, etc. son la base de una buena alimentación y en diversidad.
Aclaró que esta alimentación no ocurre en proporciones altas en Argentina y destacó la importancia de una buena nutrición en la primera edad porque están desarrollando la inteligencia y formando hábitos alimentarios.
“Como consecuencia, se produce un déficit importante en la salud presentes y futuras ya que se forma las asunciones esenciales en términos de salud y, además, se pone en riesgo la educabilidad de los niños”, afirma Brito.
Y agrega, “un chico que tiene carencias nutricionales en los primeros años de vida estará mucho más expuesto al fracaso en la escolaridad”.
Pobreza infantil y empresas alimenticias
Esto se da en un contexto donde la pobreza infantil afectó al 50,9% de la población en el primer semestre de 2022, según la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que publica INDEC. Quiere decir que alrededor de 5,5 millones de niños menores están la pobreza y 1,3 millones son afectados por la indigencia.
En consecuencia del informe publicado por INDEC, Cristina Kirchner realizó una serie de comentarios a través de su red social indicando que el crecimiento de la indigencia "evidencia el impacto del fuerte aumento en los precios de los alimentos" y advirtió que "las empresas alimentarias han aumentado muy fuerte sus márgenes de rentabilidad". De esta forma, en Twitter se pronunció a favor de "una política de intervención más precisa y efectiva en el sector", sin dar mayores detalles.
En este aspecto el economista Hernán Letcher destacó que las ganancias de las empresas alimenticias y de distribución incrementaron su resultado operativo en promedio en 70%.
“Son casi US$ 300 millones correspondientes a dos EECC de 6 meses de 2022, uno anual (junio de 2021 a mayo 2022) y uno de 9 meses (julio de 2021 a marzo del 2022). Si lo promediamos, da como resultado US$ 10 millones por mes”, aseguró el economista.
Y agregó, “el resultado es el resumen de, entre otras cosas, el sensible incremento de ventas: 12,8% en dólares y la reducción del costo salarial: de 17,8% a 17,3%.
Ianina Tuñon, investigadora del Observatorio de Deuda Social Argentino (ODSA), asegura que los motivos de la mala alimentación infantil es un fenómeno multicausal que afecta a los sectores más pobres pero no únicamente a ellos.
“La pobreza es una causa importante y se implementó la Tarjeta Alimentar y hace 4 años que tenemos en los niños inseguridad alimentaria severa, eso quiere decir que sus padres reconocen que sus hijos experimentan situaciones de hambre por no tener que darles de comer. Es la situación más crítica”, afirma Tuñon.
Además señala que cada vez son más las infancias que consumen alimentos de muy bajo nivel nutritivo. Si bien en Argentina hay un alto consumo de carne en los sectores más vulnerables hay un consumo de muy baja calidad. En pandemia, los consumos de carne estaban restringidos a alitas de pollo y menudos para darle de gusto a los guisos.
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