El Gobierno Nacional rechazó el paro anunciado por la Confederación General del Trabajo (CGT) y sostuvo que la medida busca "defender intereses propios". Mientras la cúpula sindical define la fecha de la protesta, el vocero presidencial, Manuel Adorni, afirmó en conferencia de prensa: “No hay nada que amerite un paro. Lo quieren hacer para dañar al Gobierno”.

En la misma línea, Adorni aseguró que “el desastre heredado se ha corregido y se están abordando temas que fueron un reclamo permanente de la sociedad y de los trabajadores, como la inflación”.

El funcionario también recordó que “este es el Gobierno que más rápido sufrió un paro nacional”, al señalar que la primera medida de fuerza se anunció a pocos días de asumir. Además, cuestionó el rol de los sindicatos en los últimos años: “El trabajador quiere trabajar y ha entendido que, en las últimas cuatro décadas, los sindicatos solo lograron aumentar la informalidad laboral y deteriorar el salario”.

Por último, Adorni ironizó sobre la postura de la CGT en gobiernos anteriores: “Cuando la inflación llegó al 1.000% durante el mandato de Alberto Fernández, o cuando el dólar pasó de 60 a 1.200 pesos, estuvieron dormidos. Es increíble cómo de repente despertaron”.

El vocero cerró su exposición al afirmar que la administración libertaria no tomará medidas ante el paro, ya que considera que la protesta tiene “motivaciones de interés estrictamente personal” y que “no logrará absolutamente nada”.