
En medio de una dolorosa búsqueda de respuestas, Amelia Almirón, madre de Marcelo Fernández, continúa exigiendo justicia por la muerte de su hijo tras una intervención quirúrgica en el Sanatorio Fueguino. En diálogo con Aire Libre Fm , denunció graves irregularidades en la atención médica y en la investigación del caso.
Según explicó, su abogado le informó que aún no se ha recibido el test toxicológico que podría arrojar luz sobre la causa del fallecimiento. "Me dice que una semana más va a demorar", comentó, expresando su indignación por la demora en los resultados, a pesar de que han pasado varios meses desde el hecho.
Almirón responsabilizó directamente a la clínica donde se realizó la operación, asegurando que a su hijo lo ingresaron al quirófano sin los estudios previos correspondientes. "No le hicieron ningún análisis de sangre ni de orina. Lo operaron como si fuera un paciente sano cuando en realidad tenía una infección en los riñones", afirmó. Esta omisión, según su abogado, habría derivado en una necrosis renal y en complicaciones fatales, incluyendo un derrame cerebral.
Además, denunció la falta de registros en la historia clínica de su hijo. "No hay nada. Solo una tomografía. No hicieron ningún estudio para ver su estado real antes de la operación", sostuvo.
Al ser consultada sobre si ha recibido alguna comunicación de los responsables de la clínica, Almirón fue tajante: "Nadie me llamó. Ningún médico, nadie". También reveló que su abogado presentó una denuncia por encubrimiento debido a la tardanza en la entrega de documentos clave, como el informe sobre la anestesia utilizada en la operación.
Pese a su dolor, la madre de Marcelo se mantiene firme en su lucha por conocer la verdad. "Estoy muy cerca. Mi hijo me está dando fuerzas para seguir adelante. Yo voy a saber qué hicieron con él", aseguró.
Finalmente, con la voz quebrada, expresó el impacto de la tragedia en su vida: "Hace cinco meses que no vivo. Me lo entregaron en un ataúd cuando se suponía que era una operación sencilla. Me lo mataron y me tienen que responder".
Mientras la investigación avanza con tiempos judiciales que ella considera insufribles, Amelia Almirón no se rinde. "No tengo paz, no tengo consuelo. Solo quiero saber la verdad", concluyó.
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