El Ministerio de Economía está considerando una reestructuración del esquema de tarifas de luz y gas que eliminaría la segmentación actual, reemplazándola por un sistema más simple en el que solo existirían usuarios con subsidio o sin subsidio. Esta iniciativa busca extender el actual esquema de transición por otros seis meses, durante los cuales se reducirán gradualmente los topes de subsidio para que solo queden los dos tipos de usuarios, según informaron fuentes de la Secretaría de Energía.

En la actualidad, las tarifas están divididas en tres niveles según el ingreso familiar, un sistema implementado por el exministro Martín Guzmán y continuado bajo Sergio Massa. El esquema segmentado estaba previsto para finalizar el 30 de noviembre, con posibilidad de una extensión, pero se anticipa que el esquema completo podría no implementarse.

Para los usuarios de gas, los hogares de ingresos bajos (N2) reciben una bonificación del 64% sobre un bloque de consumo determinado, mientras que los de ingresos medios (N3) tienen un descuento del 55%. Sin embargo, a medida que los topes de subsidio se reduzcan, estos hogares cubrirán una mayor proporción del costo total de referencia, que actualmente ya es subsidiado y se encuentra por debajo del precio promedio nacional.

En el sector eléctrico, los usuarios N2 y N3 también cuentan con bonificaciones sobre un bloque máximo de consumo (350 kWh para ingresos bajos y 250 kWh para ingresos medios). Hasta ese límite, los N2 reciben una bonificación del 72% y los N3 del 56%, aunque también sobre un valor de referencia subsidiado. Las industrias y hogares de altos ingresos cubren el 93% del costo total de generación eléctrica.

El objetivo del Ministerio es ajustar gradualmente estos beneficios para que los usuarios asuman una mayor parte del gasto real, mientras se simplifica el sistema de subsidios.