La implementación del autodespacho de combustibles se perfila como una apuesta innovadora en Argentina. Esta modalidad, que permite a los conductores cargar gasolina y gasoil de manera autónoma, se habilitó recientemente mediante el Decreto 46/2025, aunque aún existen restricciones en algunas provincias. La medida apunta a modernizar el sector y ofrecer alternativas que, en el mediano plazo, repercutan en una reducción de los costos para el consumidor.
Horacio Marín, presidente de YPF, destacó que la experiencia internacional respalda esta iniciativa. “El autodespacho debería ser más económico que el servicio tradicional, tal como se ha comprobado en Estados Unidos”, afirmó Marín, resaltando que la eliminación del intermediario en la operación reduce significativamente los gastos operativos de las estaciones de servicio. Según el dirigente, esta eficiencia se traducirá en un ahorro que, con el tiempo, se reflejará en el precio final que pagan los clientes.
La petrolera estatal, que cuenta con alrededor de 1.600 estaciones de servicio en el país y concentra cerca del 60% de las ventas nacionales, ya ha experimentado con este sistema en su establecimiento “Smart” en Luján de Cuyo. “La experiencia nos indica que, pese a que los usuarios necesitan tiempo para adaptarse, este modelo tiene un gran potencial en el mercado argentino”, comentó Marín, subrayando la importancia de un proceso de implementación gradual similar al que se observó en el exterior.
Sin embargo, el nuevo esquema no se aplicará de manera uniforme en todo el territorio. Existen provincias, como Buenos Aires, La Pampa y Jujuy, donde la normativa local impide el autoservicio de combustibles. Además, Marín aclaró que esta modalidad se restringe a gasolina y gasoil, ya que otros productos como el GNC requieren protocolos de seguridad que hacen inviable su autoadministración por parte de los usuarios.
El contexto del mercado también se ve influido por recientes incrementos en los precios de los combustibles. Este sábado se registró un alza promedio del 2% en nafta y gasoil, impulsada por el aumento del precio del crudo Brent y ajustes en la cotización del dólar. Estos factores, junto con la adopción del autodespacho, representan un escenario de cambio que podría beneficiar tanto a consumidores como a los empresarios del sector.
La transición hacia el autodespacho se percibe, además, como un primer paso en un proceso de transformación cultural y tecnológica en el rubro. Organizaciones como la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (Cecha) han subrayado que esta medida permitirá a estacioneros y clientes contar con nuevas herramientas operativas, especialmente en momentos de alta demanda como feriados y turnos nocturnos, marcando el inicio de una modernización indispensable para el crecimiento del sector.
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