Aunque puede hacerse una interpretación fina del dato de inflación de 7% correspondiente al mes de agosto, que arrojó el INDEC, lo cierto es que ya se daba por hecho un piso de 6,5 % que, pese a mostrar desaceleración, no deja de ser elevado y enciende alarmas al elevar la proyección interanual a los tres dígitos.
Sin embargo, luego del impacto que generó en los precios el "shock financiero" de julio -tras la salida inesperada de Martín Guzmán- recién septiembre, permitirá analizar de forma concreta los resultados de la gestión de la cartera ampliada de Economía que lidera Sergio Massa, junto a un equipo técnico de su confianza.
Si bien el dato de inflación del octavo mes del año es parte del podio del 2022, entre los registros de marzo (6,7%) y julio (7,4 %), contrasta con la ola de buenas noticas que generó la gira del equipo económico argentino por Estados Unidos lo que, de alguna manera, compensa en el balance, cambia el escenario y abre nuevas expectativas.
En líneas generales los analistas económicos destacan el cambio de paradigma que generó Sergio Massa, lo que se reflejó en aprobación de financiamiento internacional, promesas de inversión en sectores estratégicos como el de alimentos y energía y el beneplácito de la búlgara, Kristalina Georgieva, que no disimuló su satisfacción por encontrar en el Ministro un "nuevo socio con quien negociar".
"Creo que el viaje de Massa a Estados Unidos fue muy positivo porque se restableció el diálogo con el FMI y con otros organismos de crédito, como el Banco Mundial o el BID, que se había ido deteriorando durante la gestión del exministro Martín Guzmán", señaló Javier Timerman, socio de Adcap Grupo Financiero y co-fundador de Banza.
"Para el mercado y para la economía en general -agregó-, significa que ahora hay mayor cohesión política, y eso permite salir de las urgencias del cortoplacismo y empezar a mirar hacia el mediano plazo. Es una suma de señales positivas que, de a poco y a medida que se van viendo los resultados, ayudan a dejar atrás el escenario de catástrofe en el que se encontraba el país".
"El Gobierno ha dado un giro de 180 grados en su concepción de la política económica; ya no hay argumentos que apuntan a la perversión de los sectores concentrados o los efectos permanentes, aunque si hubo transitorios de la guerra en Ucrania, tampoco hay medidas de control de precios, exportaciones o el consorcio del trigo que fueron inútiles", describió Ricardo Delgado, director de Analytica.
"Hay una meta fiscal monetaria de acumulación de reservas que, en el tiempo, te va a permitir bajar algo de inflación a partir de una tibia estabilización que permita que no se espiralice", dijo pero aclaró que para lograrlo "Massa deberá decirle que no a todos los ´recortados´ que incluye una enorme lista de actores, gobernadores, obra pública, gasto social lo que resulta complejo porque no va a generar efectos en el corto plazo".
POLÍTICA ECONÓMICA
Con el frente externo calmo, un dato no menor por el nivel de endeudamiento en dólares de la Argentina, todo indica que es hora de encarar las prioridades en la agenda interna.
Fuentes cercanas al Palacio de Hacienda apuntan que la mayor meta del Gabinete económico, es llegar a octubre de 2023 con una inflación mensual de 2,5% para eso, entre otras variables, se buscará estabilizar la brecha cambiaria entorno al 70%, en el corto plazo, mientras que en el Presupuesto se fijaría una inflación de 50%, pese a que el estudio de expectativas que realiza el Banco Central ya anticipa más de 80 puntos.
En términos políticos y de cara a un año electoral, según Delgado, el Ministro deberá surfear una alta tasa de inflación mientras continúan los recortes. Además, aclaró que el plan incluye medidas inflacionarias como la devaluación más rápida del tipo de cambio oficial que "en septiembre está superando el 6%"."Hay que tener presente que hay muchos precios relativos que todavía deben terminar de acomodarse, como es el caso de las tarifas de energía", dijo Timerman.
"En primer lugar -aclaró-, Argentina debe mostrar que puede estabilizar la inflación en torno al 6%, lo cual no es nada fácil; es más bien un piso para el consenso de los economistas y también es lo que reflejan los precios en el mercado".
"De todas maneras, a medida que vayan creciendo las reservas, el Gobierno va a tener más capacidad de reducir la inercia inflacionaria producto del miedo a una devaluación brusca", planteó el analista financiero.
En relación al impacto en el Presupuesto 2023, Timernan, señaló que "creo que lo deseable sería conseguir enviar un mensaje que resulte más creíble y que a la vez funcione como guía".
"En números, creo que sería un gran logro conseguir estabilizar la inflación en torno al 4,5% mensual, esto sería casi un 70% anual. Si, en cambio, el número enviado está más cerca de 50%, tendrá menor relevancia a nivel de expectativas, salvo que el presupuesto incluya una reducción del déficit mayor de lo esperado, algo que tranquilamente podría ocurrir", aclaró.
¿TRES DÍGITOS?
"Para septiembre, sumado al elevado arrastre que dejó la segunda parte de agosto y a un mayor deslizamiento cambiario por parte del Banco Central (el tipo de cambio oficial se devaluó 5% promedio en julio y agosto, casi un punto porcentual más que el promedio de los dos meses anteriores), impactarán puntualmente los aumentos en electricidad y gas que comenzaron a regir el último día de agosto", dijo Santiago Manoukian de Ecolatina.
El economista destacó un impacto directo en el IPC de 0,4 p.p. a partir de los nuevos cuadros tarifarios superiores al 40% y de taxis (+30%); así como los aumentos a empleadas domésticas y en colegios de la Provincia de Buenos Aires.
En tanto Manoukian agregó que para el resto del año, "el adelantamiento de los aumentos pautados en las paritarias, un deslizamiento cambiario consolidado en niveles superiores a los meses pasados y los efectos de primera y segunda ronda que tendrán los ajustes en tarifas (estimamos que en total incidirían en 2,8 p.p de septiembre a marzo) y combustibles se combinarán para mantener a la inflación por encima del 5% mensual".
"En principio -añadió-, estimamos una lenta moderación, dejando como resultado una inflación que se acercaría al 95% en 2022, sin indicios de una desaceleración sustancial en 2023.
Por su parte, Delgado opinó que "para no llegar al 100% en diciembre, luego del 7 de agosto, de acá a fin de año no debería superar el 6 %; el escenario es complicado".
Por otro lado, el economista Fabián Medina, estimó un 5 % para diciembre de 2022, y apuntó al programa Previaje como fuente de generación de inflación, "Si no continua Previaje el primer trimestre de 2023 puede andar en 4,5 puntos", señaló.
Además estimó que el intercambio de información financiera con EE.UU. puede ayudar a reducir a 50 % la inflación del próximo año ya que "de un patrimonio de u$s de 100.000 millones, sólo por Bienes Personales -a tasa 2.25%- la recaudación asciende a u$s 2.250 millones", indicó.
Al mismo tiempo Medina valoró el rol de la Aduana, en materia de fiscalización de sub y sobrefacturación en el comercio exterior como otra vía para estabilizar a la baja el nivel del inflación. "Si se logra bajar la emisión, regular los costos que se transfieren a precios; se mejora la expectativa y el nivel de demanda que tiene relación directa con la evolución de salarios y el poder de compra, es atinado estimar una reducción de 30 puntos", opinó.
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