Se cumplió el plazo para que entren en vigencia las bandas tarifarias para los vuelos de cabotaje, medida que provocaría una suba de las tarifas de los pasajes, especialmente de los tickets que venden las aerolíneas low-cost, al establecerse precios mínimos y también máximos. Pero todavía no empezarán a regir. De hecho, en el sector, aseguran que la medida se empantanó y creen que se dará de baja.
La iniciativa que el Gobierno impulsa -que implica un cambio de reglas para la industria y que se eliminó durante la presidencia de Mauricio Macri para promover la llegada de las aéreas de bajo costo- debía empezar a regir en vuelos domésticos días antes del comienzo de las vacaciones de invierno, según dispuso el decreto presidencial 879/2021 que firmó Alberto Fernández el 24 de diciembre.
POR QUÉ NO EMPEZARON A REGIR PRECIOS MÍNIMOS Y MÁXIMOS EN VUELOS
El sorpresivo decreto instruyó al Ministerio de Transporte a definir un esquema de bandas mínimas y máximas para los vuelos internos en un período no mayor a 180 días. Dado que la norma se publicó en el Boletín Oficial en Nochebuena, el plazo caducaba el 24 de junio.
Pero el mes concluyó y las bandas no entraron en vigencia. Desde entonces, se especuló con que podría haber novedades a mediados de septiembre. Así le aseguraron semanas atrás a El Cronista fuentes relacionadas a la industria. Es que interpretaron que los 180 días a los que se refiere el texto alude a días hábiles, y no corridos. De esa manera, consideraron que había tiempo hasta el 15 de septiembre para implementar la medida.
Lo cierto es que se cumplió el nuevo deadline y sigue sin haber novedades. En un clima de hermetismo, en el Gobierno dicen que están avanzando, pero que el tema "viene lento". Entienden que como "aún no salió el decreto reglamentario", "no hubo ningún retraso", aunque reconocen que no tienen plazos estipulados de cuándo podría instrumentarse.
POR QUÉ DICEN EN EL SECTOR QUE SE PODRÍAN DAR DE BAJA LAS BANDAS TARIFARIAS
Entre las low-cost, aseguran que hasta el momento no recibieron precisiones por parte de las autoridades, tras las reuniones que mantuvieron. Dicen que luego de que les solicitaron documentación "no hubo ningún intercambio". "No llegó a existir una segunda instancia de diálogo. No sabemos cuánto tiempo más van a tomarse para definir las tarifas, ni cuándo van a informar el nuevo esquema para que las empresas se adecúen a él", apuntó una fuente del sector.
Durante este tiempo, el Gobierno trabajó junto a las empresas en la recolección de información que contribuya a determinar los precios al público de los servicios que prestan los explotadores regulares de transporte aéreo local. De acuerdo a la normativa, la conformación de los valores debería surgir en base a una fórmula que incluye varios elementos, como un cálculo entre los costos y las ganancias de las compañías.
En el sector low-cost, aseguran que, hasta el momento, no recibieron precisiones por parte de las autoridades.
Hay varios puntos por los cuales en el sector señalan que la medida se caería. Por empezar, como sucede en varias facciones del Gobierno nacional, las aguas están divididas y no existe una una posición unánime sobre la necesidad de reinstaurar la medida.
Pero además, hay otro factor por el cual sospechan que el Gobierno daría marcha atrás: el aumento del piso de los pasajes -que sería del 30%- dejaría afuera a usuarios de niveles socioeconómicos más bajos, que accedieron a la posibilidad de volar gracias a las tarifas más económicas que ofrecen las low-cost.
De hecho, desde las aerolíneas de bajo costo indican que instrumentar las bandas sería un sinónimo de legitimar el aumento de tarifas, en un contexto de acelerada inflación en el que el Gobierno ya negoció con varios sectores acuerdos para evitar que se disparen los precios.
A su vez, en los encuentros entre funcionarios y representantes de las aéreas se sintió el rechazo del sector. Cada una de las partes reforzó su postura, que mantienen firmes hasta hoy. De los principales jugadores del sector, Aerolíneas Argentinas se mostró a favor de las bandas. Pero Flybondi y JetSmart las rechazaron, junto con entidades como la Cámara de Compañías Aéreas en Argentina (Jurca) y la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA). Y otras se abstuvieron de votar, como Andes, que no vuela desde 2018.
Aerolíneas defiende el régimen porque "da mayor previsibilidad". Para la operadora de bandera, aporta razonabilidad y sustentabilidad a un sistema que viene de "una liberalización extrema". En la vereda opuesta, las low-cost sostienen argumentos en contra.
Aseguran que va en contra de la libre competencia, limita la posibilidad de ofrecer precios accesibles y aumenta artificialmente los costos de los pasajes, hasta igualarlos entre los distintos operadores, en perjuicio de los usuarios.
En caso de que vuelvan las bandas, el mercado aerocomercial se achicaría entre tres y seis veces respecto del actual
De acuerdo a ellos, con la desregulación del sistema, "el país volvió a contar con mayor oferta en el mapa aerocomercial". En cambio, esgrimieron que entre 2002 y 2014, lapso en el que estuvieron vigentes las bandas, "las rutas de cabotaje disminuyeron un 10% y las que no pasan por Buenos Aires se achicaron un 40%".
En esa dirección, un estudio de la Bolsa de Comercio de Córdoba anticipó que, en caso de que vuelvan las bandas, el mercado aerocomercial se achicaría entre tres y seis veces respecto del actual: rondaría los 5,2 millones los pasajeros por año.
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