Nuevamente el kiosco del CPET fue blanco de un robo, lo curioso es que este lugar se encuentra en el centro del establecimiento.
Cansada de robos, la propietaria Cecila Racedo tomó la determinación de colocar una alarma, ya que en múltiples oportunidades malvivientes ingresaron al establecimiento y solamente robaban lo que estaba en el kiosco, obviado que está en medio del taller en donde hay decenas de maquias costosas.
Durante el fin de semana se activó la alarma del comercio, por lo cual uniformados de la Comisaria Primera concurrieron, los mismos observaron que de la institución técnica salían dos jóvenes, pero no lograron atraparlo y tampoco identificarlos.
En varias oportunidades los alumnos dejan las puertas de emergencias abiertas para poder ingresar durante la noche o el fin de semana. Para ingresar al bufet, los malvivientes deben hacer un boquete en la única pared de durlock que tiene el lugar que esta persona alquila a la Cooperadora.
Desde la institución no han intentado buscar algún tipo de solución a este inconveniente. Cabe señalar que en otras oportunidades se han robado costosas máquinas de la parte del taller y han causado daños en diversos sectores.
Cecilia Racedo también es docente del colegio y se siento muy angustiada y molesta por estos reiterados robos. Cabe señalar que es un negocio familiar, ya que anteriormente los que estaban a cargo de este comercio eran sus padres.
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