En la cadena nacional que utilizó el Presidente intentó dejar en claro que el ajuste que hizo el Gobierno "no fue fruto de la licuadora" de salarios sino de un fuerte recorte del "gasto innecesario del Estado". Pero alertó que la película de fuerte ajuste no se termina ahora: "Estamos a mitad de camino" advirtió.
Desafío a la oposición
Un día antes de la multitudinaria marcha de los estudiantes en la que se sumarán opositores y gremialistas Milei desafió a la dirigencia política que lo cuestiona con datos duros y números de sus primeros cuatro meses de gobierno en el que realizó una "hazaña de proporciones históricas", a su entender.
Milei eligió para confrontar con los referentes de la herencia del kirchnerismo que objetan su gobierno pero también apuntó contra "los dirigentes políticos, los economistas profesionales televisivos y petardistas tribuneros, los periodistas especializados y buena parte del establishment argentino". Evitó dar nombres y apellidos.
Como respuesta tajante a esa oposición les dijo: "El gobierno tiene razón y nuestro plan está funcionando". Es decir, ya no habrá variante a otras voces y opiniones externas a su receta.
Para amortiguar los datos de una recesión visible, un duro golpe al bolsillo de los argentinos con el incremento de tarifas y el recorte del gasto público, Milei buscó un eufemismo semántico al subrayar que el superávit se logró "priorizando el recorte del gasto y no la licuación del mismo". El Presidente minimizó así la crítica de quienes ven en ese ajuste una depreciación del salario y la renta de los argentinos.
A la vez, para atenuar el impacto que el plan económico que está generando estragos en amplios sectores vulnerables y medios de la sociedad, el Presidente enumeró los eventuales remedios de su gestión como ser un aumento de los fondos para comedores, la ayuda en la AUH, incrementos a la Tarjeta Alimentar y el voucher escolar. A la luz de los hechos, quizás estos sean atenuantes menores frente al volumen del ajuste y los niveles de incrementos tarifarios en servicios y transporte.
También Milei buscó disimular el duro resultado de la motosierra al justificar que "no se le traslada todo el peso del ajuste a toda la población" y apuntó contra el recorte del 76% de las transferencias discrecionales a las provincias y la obra pública. También destacó la reducción del 50% de los "organismos estatales innecesarios".El manual de Milei desplegado en cadena nacional abundó en duros términos a la oposición a la que al mismo tiempo le pidió por una pronta aprobación del paquete fiscal y la Ley Bases que envió al Congreso.
Como salidas visibles a futuro inmediato Milei evitó dar anuncios y sólo enumeró ideas de campaña como la necesidad de dar con mayor inversión extranjera, el ahorro y el crédito
Metas y balance
Las metas de superávit fiscal que enumeró Milei sobrepasan las expectativas que se había fijado el Gobierno con el Fondo Monetario Internacional. Así, el equilibrio fiscal se logró por una combinación de recortes en partidas presupuestarias como la obra pública, transferencias a provincias o la licuación de otras variables como los salarios o las jubilaciones. Aunque Milei rechaza esos datos.
El mensaje de Milei tuvo el objetivo de contagiar de expectativas positivas al electorado que lo acompañó en las elecciones de cara al futuro en medio de un plan de fuerte ajuste. Pero también intentó exponer hacia afuera una señal a los inversores y al FMI respecto de que los lineamientos económicos no se moverán.
Desde lo gestual la cadena nacional de Milei buscó exponer un discurso monolítico del Gobierno y un respaldo a los arquitectos del plan económicos que junto con el presidente son Luis Toto Caputo desde el Ministerio de Economía y Santiago Bausili del BCRA.
También el mensaje fue un respaldo a la línea dura del plan en contra incluso de los economistas liberales como Domingo Cavallo o Melconian que vienen cuestionando el programa de gobierno.
Desde la Casa Rosada, allegados a Milei remarcaron a El Cronista que "el FMI no puede poner excusas sobre las metas del plan cumplidas" y remarcaron que el reciente viaje de Toto Caputo a Estados Unidos no buscó acordar con el Fondo un reembolso sino que fue una visita para dejar en claro que el "rumbo de la economía planteado por Milei sigue intacto".
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