
La suspensión de las PASO a nivel nacional ha dejado a los gobernadores provinciales con la urgente tarea de definir sus propios calendarios electorales, generando un mosaico de estrategias que varían de una jurisdicción a otra.
Por un lado, varios distritos ya han decidido desvincular sus comicios locales de las elecciones legislativas nacionales. Misiones, Chaco, San Luis, Jujuy, Salta, Santa Fe y la Ciudad de Buenos Aires han optado por organizar procesos electorales independientes, apostando por “el pago chico” en lugar de integrarse al calendario nacional. Estas decisiones se tomaron después de que se aclarara la suspensión de las PASO en el Congreso, permitiendo a los mandatarios trazar sus propias agendas.
En contraste, otras provincias aún se encuentran en un mar de deliberaciones. Buenos Aires, Formosa, La Rioja, Catamarca y Mendoza analizan distintos escenarios, sopesando desde los datos de encuestas presentados por Javier Milei hasta las posibilidades de alianzas locales. La incertidumbre se agrava por la rapidez de la agenda política, lo que obliga a sus dirigentes a estudiar cada variable con extrema cautela.
En la provincia de Buenos Aires, el clima político se vuelve especialmente tenso. Axel Kicillof ha denunciado que la reforma electoral impulsada por Milei, que incluye la suspensión de las PASO y la introducción de la Boleta Única de Papel, ha generado “un verdadero caos”. Tanto aliados como opositores esperan una decisión que defina si se mantendrá el desdoblamiento, un punto que también ha generado discrepancias con figuras como Cristina Kirchner y Sergio Massa, quienes cuestionan la conveniencia de separar el proceso electoral.
Mientras tanto, Santiago del Estero y Corrientes, que elegirán gobernadores este año debido a sus calendarios especiales derivados de intervenciones federales anteriores, enfrentan un panorama distinto. En ambos casos, los titulares actuales no podrán aspirar a la reelección, lo que complica aún más la dinámica de sus campañas locales.
La situación en Catamarca también merece una mención particular. Allí, el gobernador Raúl Jalil ha descartado modificar la fecha de los comicios y aboga por la supresión de las PASO locales, una medida que cuenta con el respaldo de casi el 70% de los habitantes del distrito, según datos recientes.
En Mendoza, Alfredo Cornejo ha dado señales de querer consolidar una estrategia que incluya la posibilidad de unificar el proceso electoral, a pesar de que inicialmente se mostraba inclinado a mantener las PASO. Durante las festividades de la Vendimia, Cornejo comentó que “simplificar las elecciones en un solo día suena razonable”, una postura que encuentra eco en declaraciones de Facundo Correa Llano, quien enfatiza los beneficios de eliminar las primarias para lograr un proceso más claro y eficiente.
El calendario electoral de este año ya tiene marcadas algunas fechas clave: en Santa Fe, los votantes acudirán a las urnas el 13 de abril en el marco de las PASO locales, con elecciones generales programadas para el 29 de junio; Salta, San Luis y Chaco optaron por ir a las urnas el 11 de mayo; y en la Ciudad de Buenos Aires, la elección de cargos locales se realizará el 18 de mayo, según lo dispuesto por el jefe de Gobierno Jorge Macri, quien logró la aprobación legislativa para cancelar las primarias.
Este complejo escenario evidencia las tensiones entre las estrategias locales y los cambios impulsados a nivel nacional. Las decisiones que tomen estos gobernadores no solo definirán el rumbo de sus respectivas jurisdicciones, sino que también marcarán un precedente sobre cómo se enfrentarán futuras reformas electorales en un contexto de alta volatilidad política.
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