Varios usuarios argumentaron la práctica aunque nadie sabe explicar de dónde salió. El análisis de un especialista.

Las localidades tucumanas de La Florida y Delfín Gallo son sede de un particular fenómeno en medio de los brutales tarifazos que se suceden desde hace más de tres años: los vecinos colocan una botella con agua arriba del medidor de energía eléctrica porque aseguran que así se disminuye el consumo.

“La situación económica está mal y la gente cree en cualquier cosa con tal de resolver el problema”, le dijo a La Gaceta de Tucumán Diego Masilla, uno de los usuarios que se sumó al experimento.

El fenómeno comenzó a desarrollarse hace unos tres meses, luego de \"la eliminación de la tarifa social de la luz y la suba de hasta un 25% de la electricidad en febrero\", explica la nota del periodista Álvaro Medina. “Todavía estoy pagando en cuotas una boleta de $ 5.000 y ahora me llegó una de $ 7.000”, argumentó Ramón Rivadeneira y agregó: “No me quedó otra que probar con la botella”.

Sin mayores datos sobre de quién fue la idea, la mayoría dice haber puesto la botella tras haberla visto en el medidor de algún vecino, otros la sacaron de las redes sociales.

“Desde que puse la botella me llegaron $1.000 menos”, dijo Norma. sin embargo, el ingeniero eléctrico de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), Ricardo Díaz, explicó: “Es físcamente imposible que una botella de agua sobre el medidor pueda disminuir el consumo”.

“Me parece insólito”, agregó el director del Instituto de Alta Tensión y Energía de la UNT, no sin expresar que tanto los medidores analógicos como los digitales \"no están libres de alteraciones, pero para hacerlo hay que modificar conexiones o abrirlos”.