En un complejo escenario financiero, Chubut y otras diez provincias, incluyendo Tierra del Fuego, enfrentan deudas con la Nación relacionadas con el Fondo Fiduciario de Desarrollo Provincial, desencadenando tensiones con el Gobierno Nacional. La disputa se intensifica con la advertencia del gobernador Ignacio Torres sobre la posible interrupción del suministro de petróleo y gas desde sus cuencas al resto del país.
Las deudas totales ascienden a casi $400.000 millones, representando cerca del 0.2% del PBI y deben ser refinanciadas y pagadas mensualmente a lo largo de 2024. Estos pasivos surgieron de negociaciones entre las provincias y el Gobierno anterior, vinculadas al Fondo Fiduciario de Desarrollo Provincial, con actualizaciones según la inflación y pagos automáticos descontados de los envíos de fondos.
Tierra del Fuego, con una deuda de $7.050 millones, es una de las provincias con menor pasivo en comparación con otras. Chubut, que representa el 30% de la deuda total al fondo, lidera la lista con $119.091 millones, seguida por Tucumán ($72.922 millones), Chaco ($63.450 millones), y Salta ($55.975 millones), concentrando el 80% de los pasivos.
Chubut inició el reclamo, alegando que la actualización por inflación amenaza sus cuentas. El gobernador Torres buscó opciones de renegociación, solicitando, entre otras alternativas, la eliminación de la actualización por inflación y la garantía de pago mediante coparticipación o regalías provinciales. Sin embargo, las propuestas no tuvieron eco en la Casa Rosada.
El ministro del Interior, Guillermo Francos, respondió alegando que la provincia solicitó la emisión de un bono a entre 3 y 5 años para pagar la deuda, y aseguró que la respuesta del gobierno fue requerir información para evaluar la propuesta. La disputa se intensifica con acusaciones cruzadas entre Chubut y la Nación, amenazando con afectar aún más las relaciones entre ambas partes.
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