Existe un patrimonio cultural en nuestra ciudad que esta poco o casi nada documentado, como el caso del Cementerio de Antiguos Pobladores o Campo Santo ubicado en el barrio C.A.P de Río Grande. En la actualidad en este lugar prevalece el abandono y el olvido a pesar de diversos intentos por recuperarlo.

En los últimos días tomó transcendencia la venta de terrenos donde se encuentra emplazado el antiguo frigorífico CAP, numerosos vecinos se han cuestionado el abandono presentado en este sitio histórico de la ciudad. En este sentido, en Tierra del Fuego son muchos los espacios que en ocasiones fueron denostados por considerase de poco valor, o bien por el solo hecho de ignorarse su pasado.

La historia de una antigua pobladora que no pudo despedirse de su padre

En el año 2013, la entonces directora del Museo Municipal ‘Virginia Choquintel’, Lucia Rossi, comenzó un trabajo articulado con otras áreas municipales para la refacción y cercado del cementerio.

También se intentó llevar a cabo la recopilación de datos con profesionales de la Antropología para saber quiénes y cuántas personas son las que están enterradas en ese lugar.

Fue así que una antigua pobladora de Río Grande se puso en contacto con la Directora del Museo con el objetivo de poder reubicar la tumba de su padre fallecido el 24 de enero de 1940, pero lamentablemente el nombre de José Alejandrino Villegas Mayorga quedó olvidado en un papel en el Museo Municipal.

A poco más de un mes y medio de haber comenzado los trabajos de mantenimiento, el cementerio fue profanado por manos desconocidas: “Aprovechando la limpieza de los terrenos lindantes al cementerio, han avanzado en la ocupación de estas tierras, además desconocidos han ingresado al cementerio, han levantado las tumbas y han profanado este lugar”, lamentó en ese momento Lucía Rossi.

Pese al intento de identificación de los restos del pionero, el paso del tiempo y las modificaciones realizadas en el lugar por la instalación de asentamientos, hicieron imposible su reubicación. 

Finalmente, la pobladora fueguina falleció en enero del 2020 sin haber podido despedirse de su padre, quedando en la memoria de su nieta solo viva imagen de aquellas tardes que se dirigían a visitar el predio donde descansa su bisabuelo.

Rescatando la historia fueguina

Estos son algunos de los antecedentes que Oscar Mingo Gutiérrez -reconocido escritor, historiador y periodista de nuestra ciudad- nos relató, teniendo en cuenta su extensa trayectoria por la difusión y la recuperación de la historia social de la provincia.

-El primer intento de rescate del Antiguo Cementerio CAP se dio durante la gestión de Esteban Chiquito Martínez como intendente (Período 11/12/83 al 13/12/91)

“Durante su gestión como intendente, se llegó a recuperar ese espacio delimitado solo con un cerquito de madera.  Tanto ese espacio como el de La Misión, se levantaron dos cruces mayores que son muy similares, con la claridad de darle un homenaje a quienes allí reposan” inició su relato Mingo Gutiérrez en una nota exclusiva para Minuto Fueguino.

Para ese entonces, con la ocupación de tierras que se fueron dando de manera progresiva, el objetivo del municipio era “recuperar ese espacio histórico, que se construya un cerco perimetral, se lo señalice como corresponde y se haga un trabajo de restauración”.

Para el año 2012 el Concejo Deliberante de Río Grande aprobó la Ordenanza Nº 2947/2012, para la Preservación de patrimonio histórico, pero pese a esta normativa, el lugar volvió a sufrir los embates de desconocidos que rompieron los cercos, arrojaron basura y hasta profanaron tumbas.

 “A partir del año 1947, cuando se inaugura el cementerio actual de calle Islas Malvinas se dispuso que todos los futuros entierros se hicieran en espacio municipal” recordó Gutiérrez ante el inicio de esa situación de abandono en el antiguo cementerio del CAP, en consonancia con el antiguo cementerio de la Misión Salesiana. 

En ese sentido, señaló que durante muchos años la Misión que se encontraba desde el año 1893, “se ubicaba donde actualmente se encuentra el cementerio de la ciudad de calla Islas Malvinas”. A fines del 1896 se incendia y hubo muertes aborígenes, “parte de ellos fueron sepultados allí nomas donde funcionaba antiguamente “.

Más allá de que existan evidencias de esa tragedia, no existe ningún tipo de dato de que esas tumbas hayan sido identificadas con el tiempo. “Para el 1 de julio del 1897 el establecimiento salesiano se traslada al lugar donde actualmente se encuentra, podemos decir que entre los años 1897 y 1947 (formalización del cementerio municipal) no hubo un cementerio reconocido como tal, no hay muchos detalles con respecto a eso” sintetizó el historiador.

Si bien existía un registro civil en manos del juez de paz, -figura existente a partir del año 1895- recién hubo libros con registros de los difuntos a partir el año 1903.  Esos papeles se fueron perdiendo fundamentalmente por los incendios que prevalecían. “Hubo un incendio en la Comisaria de Rio Grande que junto a ella se encontraba el juzgado de paz, ahí se perdió todo. Entonces después del 1903 tenemos ciertas evidencias de muertes”.

“El frigorífico de Río Grande” CAP

A comienzos del 1900 la única actividad comercial en Río Grande, era la ganadera explotándose la lana a través de la esquila y destinándose una cantidad reducida de animales para obtener cebo y cuero en la estancia “Primera Argentina” de José Menéndez.

“En 1905 comenzó a crecer la actividad con la instalación de una grasería. A partir de esa instalación se empezó aprovechar parte de la producción carnea de las ovejas, con el correr del tiempo ese negocio llamó a otro negocio que fue la instalación del frigorífico. Se pensó en sacar la carne en un mejor estado para la venta, es decir la carne congelada, sobre todo aprovechando que el mundo estaba en guerra. Se habla de la instalación del frigorífico en el año 1917 y el mundo estaba en guerra desde 1914 (Primera Guerra Mundial) hasta 1918. Si bien duro poco el negocio, después siguió. Ahora, en el ámbito de la estancia se produjeron decesos que algunos de ellos sí están registrados en algún lugar del registro civil”.

La historia de algunos pioneros que yacen en el lugar

A partir de una esporádica visita al Cementerio de los Antiguos Pobladores del CAP, Mingo Gutiérrez logró recolectar algunos datos gracias a la apreciación de las tumbas visibles.

Reza una leyenda, “Visité el lugar y saqué fotos de algunas tumbas visibles. Una de esas fotos es de los tres austríacos, ahí está la tumba de tres operarios de la estancia. Allí aparecen registros de los súbditos fallecidos que eran muy jóvenes, los tres murieron por asfixia. La descripción policial dice eso, se han asfixiado en su dormitorio y lo más probable es por la existencia de algún brasero, es decir por algún problema de combustión”.

“Promediando los años 80 (época en el que se dio inicio por primera vez a la puesta en valor del sitio), esas cruces permanecían levantadas en el cementerio de la Margen Sur, posteriormente desaparecieron. Uno de los factores de desaparición fue porque en algún momento que se quiso restaurar se las mando a pintar, entonces se pintó todo y se les tapó los nombres” recalcó.

En sus registros por el antiguo cementerio también pudo corroborar que había tumbas caídas y rotas, “cabe la posibilidad de que alguien haya pensado que lo mejor que se podía hacer con todo eso que estaba caído, era juntarlo en una carretilla y llevárselo al basural”. De ese modo y en distintas circunstancias, fue desapareciendo un poco más de información.

“A las pruebas de fotografías también hay evidencia de una familia, a la cual fallece primero la niñita que tiene dos días de vida y posteriormente a los meses fallece su madre en consecuencia de una enfermedad propia del parto. De pronto, ninguna de las referencias que estamos dando son a causas naturales, son accidentales debido a la precariedad que se vivía en aquel entonces” expresó Mingo y añadió “al problema de los cementerios olvidados, se encuentra el olvido de quienes fueron sepultados en cada lugar. Fueron manejados informalmente, los salesianos con respecto al cementerio de la misión hicieron las cosas con un relativo interés. Después en las estancias principales, en todas ellas hoy hay algún enterratorio”.

Al concluir con este breve repaso, dijo “Siempre hay una historia, de los que ganan, de los que pierden y de los que llegan. Es muy común que gente que está en Tierra del Fuego comience a contar la historia de cuando llegaron ellos a la isla, lo que paso antes tiene una historia bastante relativa. Al que viene de afuera no se le pregunta que hizo antes de venir, pero a su vez el que viene de afuera no tiene por qué ponerse averiguar lo que hicimos nosotros antes de que venga todo el mundo. Por eso se ha generado un vacío muy grande del punto de vista de la reconstrucción de todas las cosas”.

Registros fotográficos de Mingo Gutierrez de lo que alguna vez hubo: 

Lo que hoy queda....

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Agradecemos a Mingo Gutierrez por aportar información e imágenes valiosas de este cementerio. En la actualidad parte de la historia riograndense se encuentra en el patio trasero de personas que optaron por ocupar ese campo santo.

Este artículo está dedicado a Gladys Villegas, una antigua pobladora que lamentablemente nos dejó en el mes de enero del corriente año, la misma siempre tuvo la intención de volver al cementerio para ver la tumba de su padre y poder dejar una flor, pero esto no sucedió ya que nunca pudo localizar el lugar en medio de tantas edificaciones. Descansa en paz querida madre y abuela, siempre vivirá en la memoria de tu familia y amigos las hermosas anécdotas de un Río Grande donde se vivía a leña y no se recibía ningún tipo de ayuda. Esta hermosa antigua pobladora en el mes de diciembre accedió a dialogar con Minuto Fueguino para contar como vivió el terremoto del año 1949, tras leer la nota pidió que no nos olvidaramos del cementerio de CAP. .