Abuelos del Hogar de Día de Río Grande que se encuentra ubicado en la calle Piedrabuena dialogaron con Aire Libre para manifestar distintos reclamos en relación a la falta de espacio que les impide desarrollar sus actividades normalmente.
Al respecto, Angélica, una de las talleristas del lugar, relató que “nosotros pedimos el espacio que fue otorgado en época de pandemia en calidad de préstamo. Luego no fue devuelto y quedamos todos en un solo comedor. Somos 40 adultos mayores, 20 trabajadores más los directivos. Estamos todos metidos en el mismo lugar, compartiendo una cocina con el área de salud y totalmente limitados para poder realizar nuestros trabajos. Lo que son talleres, tenemos la peluquería que no puede funcionar, y muchos sectores que no pueden trabajar en lo que hacen porque no hay lugar. En gran medida, el edificio convencional está ocupado por enfermos crónicos; eran 11 que en el hospital lógicamente no había lugar para ellos, pero finalizada la pandemia, se quedaron cuando sabemos que hay lugar en el hospital para que regresen a un lugar más seguro. Acá hay un baño que se comparte ya que dentro de nuestros adultos tenemos algunos con situaciones de riesgo. No tiene un lugar accesible”.
En este sentido, explicó que “cuando arrancamos a hacer los talleres, llega la hora del almuerzo y tenemos que levantar todo para que puedan comer. Todas las actividades se realizan en este comedor. Es totalmente incómodo”.
Por su parte, Blanca, una de las abuelas del hogar, expresó que “a nosotros los adultos mayores nos molesta la indiferencia que recibimos por parte del Gobierno de la Provincia que nunca nos ha querido atender. Hace casi tres años que estamos peleando con notas para reunirnos con el gobernador que nunca nos quiso atender. Siempre conseguimos de a poco que nos den el IPRA de vez en cuando, siempre quedamos de lado. Nos ofrecieron este lugar por un tiempo hasta que nos arreglen el Hogar de Día del AGP. Siempre con promesas y mentiras, y usándonos políticamente como en este momento. Es intolerable. Tenemos una antigüedad en el hogar de día de 28 años. No puede venir alguien a decir que esto no nos pertenece más. Ahora nos dijeron que abrieron los sobres y que la obra iba a empezar en cualquier momento, pero siempre falta algo. Necesitamos gente que gestione. Queremos que hasta que termine la obra del AGP, volver al espacio que hoy está ocupado por pacientes crónicos que lógicamente no tienen la culpa. Tienen los muebles del hogar. Necesitamos el lugar para hacer nuestros talleres y actividades normales. Queremos recuperar lo nuestro”.
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