Pese a las estrictas prohibiciones y los controles, la presencia de menores en locales nocturnos sigue siendo un desafío en varias ciudades, incluido Río Grande. Este fin de semana, un caso volvió a poner el tema en la agenda local cuando una menor de 17 años fue encontrada en un reconocido boliche ubicado en pleno centro, en la calle Perito Moreno.

El operativo tuvo lugar durante la madrugada del sábado, cuando personal de la Comisaría de Género y Familia realizaba tareas de prevención. Tras ser identificada, la adolescente fue trasladada al Hospital Regional Río Grande (H.R.R.G.) para una revisión médica de rutina y, posteriormente, entregada a su madre.

Como consecuencia del incidente, la Dirección de Inspección de Comercio del Municipio tomó medidas inmediatas y procedió a clausurar el local nocturno. Las fajas de clausura se colocaron en las primeras horas del día, como parte de las sanciones que establece la normativa vigente.

Este tipo de episodios no es nuevo. A menudo, menores de edad recurren a diversas estrategias para burlar los controles y acceder a locales nocturnos, exponiéndose a riesgos innecesarios y a situaciones para las que no están preparados. Las inspecciones policiales y municipales suelen terminar con la detección de menores, quienes son reintegrados a sus familias mientras los establecimientos enfrentan sanciones que pueden incluir cierres temporales.

El caso reabre el debate sobre la efectividad de las medidas de control y la responsabilidad compartida entre autoridades, familias y empresarios para prevenir que menores accedan a estos espacios. Las autoridades locales refuerzan su compromiso de intensificar las inspecciones y velar por el cumplimiento de la normativa para garantizar la seguridad de los jóvenes y el orden en los locales nocturnos.