En Río Grande, el invierno ha llegado con una sorprendente explosión de creatividad y espíritu festivo en la casa de Rubén, un vecino conocido por transformar su residencia en una obra de arte temática según la temporada del año.
Desde hace años, Rubén ha convertido su hogar en un punto de referencia durante las celebraciones festivas, pero este invierno ha superado todas las expectativas al crear un auténtico iglú y un adorable muñeco de nieve llamado "cuarenteno". Según Rubén, la inspiración para estas creaciones surgió durante la pandemia, cuando la necesidad de mantenerse ocupado y encontrar alegría en tiempos difíciles llevó a su familia a embarcarse en proyectos creativos como estos.
"Siempre nos ha gustado decorar la casa para las fiestas", compartió Rubén durante una entrevista reciente. "Pero este año decidimos ir un paso más allá. El iglú, por ejemplo, fue una idea que tuve hace tiempo, y finalmente pude hacerlo realidad este invierno".
El iglú, construido con bloques de nieve cuidadosamente moldeados y compactados, se ha convertido en una atracción destacada en el barrio San Martín de Río Grande, específicamente en la Calle Cabot 465. La estructura no solo es visualmente impresionante, sino también funcional, ofreciendo un refugio agradable incluso en los días más fríos del invierno fueguino.
Pero la creatividad de Rubén no se detiene ahí. Junto al iglú, se encuentran numerosas decoraciones que cambian según la temporada: desde banderas nacionales durante festividades como el Día de la Independencia hasta motivos navideños o temáticos para Halloween. La casa también cuenta con música ambiente que acompaña cada decoración, desde piezas clásicas como las Cuatro Estaciones de Vivaldi hasta melodías festivas específicas para cada celebración.
Lo que hace que la casa de Rubén sea aún más especial es su accesibilidad. A diferencia de muchas decoraciones privadas, la propiedad de Rubén está abierta a todos los visitantes que deseen explorar y tomar fotografías. "No tenemos cercos", explicó Rubén. "Cualquiera puede pasar y disfrutar. Es algo que nos gusta compartir con la comunidad".
Y la comunidad ha respondido de manera abrumadoramente positiva. Vecinos y visitantes de otras partes de Río Grande se han acercado para admirar y fotografiar las decoraciones únicas de Rubén en la Calle Cabot 465. Algunos incluso se han sumado a la tradición, inspirados para decorar sus propias casas de manera festiva durante las diferentes épocas del año.
"Es genial ver cómo la gente se emociona con lo que hacemos", dijo Rubén. "Al principio éramos los únicos que adornábamos tanto, pero con el tiempo hemos visto a más vecinos unirse. Creo que estamos ayudando a traer un poco de alegría y color a la ciudad, especialmente durante los meses fríos".
Para el futuro, Rubén tiene grandes planes. Además de las próximas celebraciones como la Pachamama y la Oktoberfest, espera expandir sus creaciones decorativas. "Me encantaría hacer una cascada de hielo en el jardín", reveló. "Y tal vez una pista de trineo para que los niños jueguen. Siempre hay nuevas ideas que quiero probar".
Con su hogar convertido en un punto de atracción comunitaria y un símbolo de creatividad y espíritu festivo, Rubén continúa demostrando cómo una pequeña idea puede convertirse en algo que une y alegra a toda una comunidad.
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