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Los incendios forestales que azotan la Patagonia han generado una creciente preocupación en todo el país. Las provincias de Chubut, Río Negro y Neuquén son las más afectadas por el avance del fuego, que ya ha destruido bosques nativos, viviendas y parte de la infraestructura local.
El combate contra las llamas demanda un esfuerzo extremo de bomberos y brigadistas, quienes trabajan incansablemente para contener los focos activos. Sin embargo, más allá de la respuesta inmediata, esta crisis reaviva el debate sobre la necesidad de endurecer las penas para quienes provocan estos desastres, ya sea por acción deliberada o por negligencia.
Endurecimiento de penas para incendios intencionales
En este contexto, el proyecto de reforma del Código Penal contempla modificaciones en el capítulo de “Delitos contra la Seguridad Pública”, estableciendo penas más severas para quienes inicien incendios de manera intencional o por imprudencia.
Según esta propuesta, quienes generen un incendio, inundación u otro desastre con riesgo de causar estragos, podrán enfrentar penas de tres a diez años de prisión. Si el siniestro pone en peligro sitios clave como archivos públicos, museos o bienes culturales, la pena podría extenderse hasta quince años.
Cuando el fuego representa una amenaza para la vida humana, la sanción aumenta:
Cinco a quince años de prisión si el incendio pone en peligro la vida de personas.
Hasta veinticinco años en caso de fallecimientos o lesiones graves.
Responsabilidad por negligencia e imprudencia
El proyecto también establece penas específicas para quienes, por negligencia o imprudencia, sean responsables de un incendio. En estos casos, las sanciones van de tres a seis años de prisión, con posibilidad de llegar a ocho años si se pone en riesgo la vida y hasta diez años si el desastre provoca víctimas fatales.
Otro punto clave es la penalización de acciones que agraven la situación. Por ejemplo, el Artículo 188 sanciona con penas de prisión a quienes destruyan diques, sistemas de prevención o sustraigan equipos esenciales para la extinción del fuego.
Más allá de las penas: prevención y concientización
Si bien el fortalecimiento del marco legal es un paso importante, expertos destacan la necesidad de políticas de prevención, inversión en infraestructura y mejores condiciones para bomberos y brigadistas.
Además, la conciencia ciudadana juega un papel clave en la prevención. Acciones como encender fogatas en áreas secas o arrojar colillas de cigarrillo pueden desatar incendios de gran magnitud.
El debate sobre la reforma del Código Penal representa una oportunidad para reforzar la protección ambiental y la seguridad pública, enviando un mensaje claro sobre la responsabilidad y el compromiso en la preservación del ecosistema y la vida humana.
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