En la provincia de Tierra del Fuego, se encuentra el Faro Cabo San Pío, un faro de apenas 8 metros de altura que fue construido en tan solo 10 días, pero que hoy resulta casi inaccesible. Su ubicación en una escarpada costa del Fin del Mundo lo convierte en un destino difícil de alcanzar, ya que las embarcaciones no pueden llegar a la zona y tampoco existen caminos que permitan acceder en auto.
El Faro Cabo San Pío, inaugurado el 22 de marzo de 1919, fue construido en tiempo récord por un equipo compuesto por 34 albañiles, 3 peones, 2 peones albañiles, 2 foguistas y 1 cocinero. Con 105 años de historia, este faro sigue en funcionamiento y es uno de los más australes de Argentina.
Durante muchos años, el faro operó con su equipamiento original, debido a las grandes dificultades de acceso, que han complicado incluso las tareas de mantenimiento. La última gran modificación fue la instalación de un sistema de energía solar en marzo de 1985, que actualmente alimenta su potente lámpara, con un alcance de 17 kilómetros.
Llegar al Faro Cabo San Pío es una verdadera hazaña. El acceso más cercano en auto es a través de la Ruta Provincial J, hasta la desembocadura del Río Moat. Desde allí, es necesario emprender una caminata de aproximadamente 15 kilómetros, atravesando un terreno costero escarpado que exige un alto nivel de esfuerzo físico.
Hasta el momento, son pocos los turistas que han logrado completar esta caminata, y se recomienda notificar a las autoridades locales antes de iniciar el recorrido, debido a las condiciones desafiantes del trayecto.
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