Francisco Zangrando, director del Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC), brindó detalles sobre el relevamiento batimétrico realizado en el Canal Beagle. Este trabajo, llevado a cabo con la embarcación Genu, se enfocó en sectores cercanos a la costa, como la Bahía de Ushuaia, Puerto Harberton y Puerto Almanza, y constituye un avance significativo en el estudio del fondo marino de esta región estratégica.
"Un levantamiento batimétrico consiste en medir la profundidad de los cuerpos de agua para determinar la forma del fondo", explicó Zangrando. Este proceso se realiza desde embarcaciones utilizando ecosondas y otros equipos especializados que permiten generar mapas detallados de la topografía submarina. "La información recolectada debe ser procesada para producir planos y modelos que sirvan para diversas aplicaciones", agregó.
El último estudio de este tipo en el Canal Beagle se había realizado en 2017 con una embarcación más grande del CONICET. En esta ocasión, el Genu permitió una exploración más detallada de las zonas costeras. "El tamaño de nuestra embarcación nos permitió acercarnos mucho más a la costa y realizar relevamientos en áreas antes inaccesibles, como la Bahía de Ushuaia y otros sectores cercanos", destacó el director del CADIC.
Según Zangrando, este tipo de estudios tiene múltiples aplicaciones. "Conocer la profundidad y las características del fondo marino mejora las condiciones y la seguridad de la navegación, algo fundamental en un canal con alta circulación de embarcaciones", señaló. Además, estos relevamientos aportan información clave para proyectos de infraestructura, como la construcción de puertos y muelles, y son una herramienta esencial para la gestión ambiental.
Desde una perspectiva científica, el relevamiento permite estudiar la evolución del paisaje desde la retirada de los glaciares hasta la formación del canal. "La información batimétrica también nos ayuda a conocer la biodiversidad del canal, incluyendo estructuras biogénicas y bosques de macroalgas. Esto es crucial para conservar el ambiente marino y gestionar de forma sostenible los recursos pesqueros", afirmó Zangrando.
Un aspecto destacado es el potencial arqueológico del fondo del Canal Beagle. "Esta información nos permite explorar el patrimonio cultural sumergido, como naufragios o sitios arqueológicos, que son parte de nuestra historia", explicó.
Zangrando subrayó la importancia de los bosques de macroalgas, recientemente protegidos por ley, y cómo los relevamientos pueden ayudar a su conservación. "Generamos información no solo sobre el fondo marino, sino también sobre la columna de agua. Esto incluye un mapeo de la distribución de los bosques de macroalgas, un recurso vital para el ecosistema", dijo.
Aunque los datos recolectados aún deben ser procesados, ya se han identificado características interesantes. "Hemos encontrado señales en la geomorfología sumergida que sugieren una evolución del paisaje distinta a la que se había planteado inicialmente. Por ejemplo, identificamos palios cantilados a profundidades significativas que podrían cambiar nuestra comprensión sobre la extensión de los lagos glaciares hace 15.000 o 20.000 años", comentó Zangrando.
El estudio también tiene un componente binacional, ya que el Canal Beagle es compartido con Chile. "Este relevamiento se realizó desde el límite con Chile hacia la costa norte del canal. Sabemos que ellos están realizando estudios similares en su territorio, y en el futuro esperamos integrar la información para mejorar la seguridad de la navegación y fortalecer el conocimiento científico", señaló.
Zangrando agradeció la oportunidad de difundir este trabajo y destacó la relevancia del CADIC en la producción de conocimiento científico. "Muchas veces se pierde de vista el impacto de nuestras investigaciones en la sociedad. Este tipo de relevamientos no solo aporta al conocimiento, sino también a la planificación y sostenibilidad de la región", afirmó.
El director concluyó: "Estamos siempre disponibles para compartir lo que hacemos y mostrar cómo la ciencia puede contribuir al desarrollo de nuestra comunidad".
Este estudio es un ejemplo del rol fundamental de la ciencia en la gestión sostenible y la preservación del entorno natural, cultural e histórico del Canal Beagle. A medida que se procesen los datos, se abrirán nuevas preguntas y proyectos que seguirán profundizando en el conocimiento de esta región única.
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