José Luis Pepe Recchia, Presidente de la Cámara Hotelera y Gastronómica de Tierra del Fuego, compartió recientemente sus observaciones y expectativas respecto a la temporada turística de invierno en la región. Según Recchia, los meses de mayo y junio se caracterizaron por una baja ocupación, volviendo a niveles históricos debido a la falta de programas de incentivo como el PreViaje.
"Venimos de un mayo y junio muy tranquilo en cuanto a la ocupación. Este año no hubo ni PreViaje ni nada que se le parezca, lo que nos devolvió a la ocupación histórica de estos meses", explicó Recchia. A pesar de este periodo de baja actividad, se aprovechó el tiempo para mejorar las condiciones de los establecimientos y realizar preparativos para la temporada alta de invierno.
Con la llegada de julio y el inicio de la temporada de esquí, la ocupación ha mostrado una mejora notable, especialmente en hoteles de tres estrellas en adelante, donde las tasas de ocupación oscilaron entre el 75% y el 90%. "El turismo nacional respondió bien en julio", destacó Recchia.
No obstante, los establecimientos de menor categoría enfrentan mayores desafíos, con tasas de ocupación entre un 20% y un 30% inferiores a las de los hoteles de mayor categoría. Esta diferencia se debe en parte a la competencia con alojamientos de departamentos, tanto formales como informales, lo que complica la situación para los complejos de cabañas.
Recchia también habló sobre las expectativas para agosto y septiembre, meses en los que se espera la llegada de equipos olímpicos de Europa que ocuparán alrededor de 16.000 noches. "Este es un nicho interesante que ayuda a mantener la ocupación, además de atraer a turistas de Brasil y del resto del país", afirmó.
A pesar de la buena ocupación, Recchia mencionó que la rentabilidad sigue siendo una preocupación debido a los aumentos en los costos de servicios y salarios. "Estamos lidiando con aumentos significativos en luz, gas, agua y otros costos, lo que afecta nuestra rentabilidad", señaló.
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