Ushuaia, la ciudad más austral del mundo, es el sueño que impulsa cada pedaleo de Walter Damián Rivero, un rosarino de 33 años que dejó atrás su casa, amigos y una vida cómoda para emprender una aventura en bicicleta junto a su fiel compañera, Gaia, una perra que rescató de la ruta. El pasado 13 de noviembre, Walter y Gaia partieron desde el barrio Belgrano de Rosario con el objetivo de llegar a Tierra del Fuego, una travesía que no solo simboliza un viaje geográfico, sino también emocional.

"La idea de conocer Ushuaia parte de un sueño que tengo desde chico", confesó Walter, quien también llevó consigo el recuerdo de Kevin Tosh, su anterior mascota, cuyo fallecimiento marcó profundamente su vida. Gaia llegó a él tras ser rescatada en un estado de abandono, y desde entonces, se convirtieron en compañeros inseparables. Juntos, emprendieron este desafío sobre una bicicleta rodado 26 equipada con un carro adaptado para Gaia.

El camino hacia Ushuaia ha estado lleno de desafíos. Desde los primeros metros en Rosario, cuando el carro de Gaia sufrió desperfectos, hasta noches bajo tormentas eléctricas en córdoba, Walter ha enfrentado obstáculos con perseverancia. Sin embargo, también ha encontrado solidaridad y apoyo en cada lugar que ha recorrido. En el interior cordobés, un ciclista llamado Marcelo Britos no solo le ofreció comida y un lugar para descansar, sino también su amistad.

Aunque el camino hacia Ushuaia aún es largo, Walter afirma que no tiene fecha de llegada. Para él, este viaje es una manera de sanar heridas, reconectar con sus sueños y descubrir la bondad en los desconocidos. "Extraño mucho mi casa, mi familia y un amor que dejé atrás, pero no puedo mirar para atrás. Todos me dicen que me esperan cosas muy buenas", reflexionó.

Tras alcanzar Ushuaia, su plan es regresar a Rosario y preparar una nueva aventura que lo lleve hacia el norte del país y Sudamérica. Mientras tanto, cada kilómetro recorrido es una lección de vida y un paso más cerca de hacer realidad el sueño de llegar al fin del mundo.