Del Potro fue contundente. Su futuro no es a largo plazo y sólo contempla el ATP de Buenos Aires y luego Río de Janeiro. “Eso es por ahora, y una de las posibilidades es el retiro. Hasta acá llegué aguantando esto”, apuntó el exnúmero 3 del mundo.
Después de dos años y medio, el tndilense volverá a jugar y escribirá lo que seguramente sea el capítulo final. La rodilla derecha dolió, lo angustió, le costó cuatro cirugías más otros tratamientos no invasivos y con células madre. El martes por la noche volverá al BALTC luego de 16 años para enfrentar a Delbonis en un duelo con reminiscencias croatas.
“Me tocó jugar con un amigo. No había mejor rival, juntos vivimos los días más lindos en este deporte. Seguramente el martes sea otro día inolvidable y que esté él me pone contento”, evaluó, en medio de un llanto absoluto, el ganador de 22 títulos ATP sobre el tenista de Azul. El 27 de noviembre de 2016 ambos fueron los héroes en Zagreb cuando Argentina ganó la Copa Davis.A comienzos de septiembre, durante el US Open, el propio Del Potro mostraba públicamente sus intenciones de jugar torneos que hacía mucho no los disputaba. De inmediato se desató una ilusión desenfrenada por verlo una vez en el país. Cuando el último lunes el ATP de Buenos Aires confirmó su presencia, comenzó la verdadera locura
“En octubre decidí que iba a jugar en Buenos Aires y le pedí a mi preparador físico que me entrene para eso. Bajé 12 kilos, practicaba parado, mejoré e hice todo para estar acá”, contó Del Potro sobre la evolución en los últimos meses.
Delpomanía en Buenos Aires
Casi todas las entradas se agotaron el jueves. El próximo martes, día apuntado para que debute, tendrá capacidad plena tanto durante la jornada diurna como la nocturna. Los abonos también se acabaron con celeridad.
Es que la “Torre de Tandil” lleva casi una década sin jugar oficialmente en Argentina. La última vez fue el 14 de septiembre de 2012 en la serie de Copa Davis en la que el elenco nacional perdió ante República Checa. En aquella ocasión quedó de manifiesto la tirante relación entre Del Potro y Martín Jaite, entonces capitán y hoy todavía director del certamen porteño.
El exnúmero 3 del mundo jugó seis veces en el país. Por la Ensaladera, disputó dos series en 2008, una en 2011 y otras dos al año siguiente. En el Argentina Open sólo participó en 2006: con 17 años, cayó en su debut ante el español Juan Carlos Ferrero por 2-6, 6-4 y 6-4.
La expectativa por verlo otra vez en acción no es sólo del público. “Por supuesto que voy a jugar, no veo la hora de entrar a la cancha el martes. Sigo haciendo un esfuerzo tremendo para poder jugar. Amo este deporte, pero es difícil lidiar con tantos dolores”, se sinceró.
“Quizás no haya vuelta milagrosa al tenis esta vez, sino que a la vuelta de la esquina hay otra decisión dolorosa. El mensaje que me gustaría que quede es que nunca me di por vencido. Sigo pensando en entrar el martes a la cancha y darlo todo”, expresó Del Potro, siempre emocionado y con el sabor amargo de que lo que fue, ya no volverá a ser.
El historial entre el tandilense y Delbonis marca un único antecedente. En 2017 se cruzaron por la segunda ronda del Masters 1000 de Indian Wells, y “Delpo” se impuso por 7-6 (5) y 6-3. El ganador de este partido se cruzará en octavos ante el vencedor del duelo que tendrán Juan Ignacio Lóndero y el español Pablo Andújar.
La otra gran figura local será Diego Schwartzman, el campeón defensor y segundo favorito del torneo detrás del noruego Casper Ruud, número 8 del mundo y ganador en el BALTC en 2020. Ambos arrancarán en la segunda ronda con rivales a confirmar. El jueves el austríaco Dominic Thiem anunció su baja del torneo por una lesión en la muñeca.También destaca el cruce que mantendrán Sebastián Báez, uno de los nombres más prominentes del tenis argentino y que recibió un wild card para disputar el torneo, con el noruego Holger Rune, también invitado. Se trata de un partido de estilos opuestos entre dos jugadores de la misma generación y con caminos muy diferentes para llegar a la elite.
No será una edición más del Argentina Open. Lo que parecía ser el retorno triunfal de la última gran estrella del tenis argentino se convirtió en una despedida. A horas del comienzo del torneo el público le hizo sentir su cariño a al campeón del US Open 2009. Ya no habrá una vuelta épica. Simplemente un acto final a la medida de Del Potro.
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