Con apenas 750 dólares, una moto de baja cilindrada y el amor incondicional de su perro, un joven colombiano se lanzó a la aventura de su vida.

Jefferson es un joven administrador de empresas oriundo de Colombia que un día decidió dejar atrás la rutina y salir en busca de un sueño: recorrer América en moto. Pero no lo haría solo. A su lado, inseparable, viaja Gastón, un cocker spaniel que lo acompaña desde cachorro y que se convirtió en su compañero de ruta, refugio y motor para seguir adelante.

Montados en una Pulsar NS200 modelo 2015 —una moto modesta pero resistente— partieron con destino incierto y una idea inicial de llegar hasta Mendoza. Sin embargo, el impulso de la ruta los llevó más lejos de lo planeado: hasta Ushuaia, la ciudad más austral del mundo. En total, recorrieron más de 13.000 kilómetros por caminos, pueblos y climas extremos.

En diálogo con el programa Rock y Frío, Jefferson compartió su historia de vida y viaje: "Siempre pensé que para viajar necesitaba mucho dinero y una moto grande, pero no es así. Salí con 750 dólares y con lo justo. Lo importante es animarse. No hay que tener todo para salir, hay que tener el coraje".

Gastón viaja con gafas especiales, protección auditiva y una caja hecha a mano por su dueño. “Una caja para perros costaba 350 dólares. La hice por 30. Todo se puede si uno tiene ganas”, comentó Jefferson, quien construyó el soporte con sus propias manos para asegurar que su compañero viaje cómodo y seguro.

Durante el camino, vivieron todo tipo de experiencias: desde tormentas en la Patagonia hasta milagros inesperados, como cuando un camionero apareció en medio de la noche con el bidón de nafta que le había prometido horas antes. “No lo podía creer. Estaba varado en plena ruta, sin combustible, y justo aparece el mismo camión. Fue como una señal”, relató.

También hubo momentos mágicos: en Caleta Olivia se cruzó con otro colombiano que viajaba en moto con un cocker. “Mucha gente pensaba que ya había pasado por ahí, y era porque vieron a este otro viajero. Fue una coincidencia hermosa”, recordó.

Jefferson documenta su experiencia en redes sociales bajo el nombre Ruedas y Huellas, donde busca inspirar a otros a viajar con sus mascotas. Allí comparte consejos, trámites veterinarios y su visión sobre el viaje. “Gastón me enseñó a valorar lo cotidiano, a vivir con lo justo y a encontrar magia en cada día. No es una mascota: es un maestro”.

Su próximo objetivo es regresar a Colombia y compartir todo lo vivido en charlas y encuentros. “Antes de formar una familia, quería cumplir este sueño. Si lo postergaba, quizás nunca lo hacía. Y aunque tuve miedo, me animé. No me quería quedar con la duda de qué hubiera pasado si lo intentaba”.