El gremio de ASOEM de Río Grande atraviesa, indudablemente, uno de sus peores momentos desde su conformación y está muy lejos de tener un panorama que pueda llevar tranquilidad a sus respectivos afiliados.

Falta de claridad en el manejo de los fondos de la caja, hechos de extrema violencia que incluyeron disparos en la sede del sindicato e integrantes de la comisión directiva detenidos, generaron un escenario insólito en el gremio que representa a poco más de 100 trabajadores municipales.

En la jornada de este lunes, estaba prevista una asamblea para destituir a la actual secretaria General de ASOEM, Clelia Robles, quien, en diálogo con Minuto Fueguino comentó que “ayer cuando me presenté para reasumir mi función, no me dejaron entrar a mi oficina y me dijeron que estaba suspendida por el término de 45 días de manera preventiva y a la tarde tenía una asamblea extraordinaria para destituirme. El 13 de julio hubo una asamblea informativa a la cual no me invitaron porque estaba de licencia. Se iba a conversar sobre cuestiones mías y nunca me informaron”.

Lo absurdo de todo esto es que quienes quieren y buscan destituir a Robles son los propios miembros de la Comisión Directiva que asumieron con la actual secretaria gremial. Sin embargo, ni los directivos como la propia Robles, cuentan con la certificación oficial para ejercer sus funciones como corresponde. “Son todos de la comisión que asumió conmigo. Cada uno tendrá sus intereses y luego darán sus explicaciones a su debido tiempo. Los intereses tienen que ver con todo como la ambición de poder y las deudas y manejar las financias del gremio. Cuando yo quise hacer las cosas y controlar yo sola para que esto funcionaria, me pusieron trabas. Quise empezar a dar los tickets y los bonos con un documento legal del abogado y yo atendía a los compañeros y mi idea era armar una carpeta de cada compañero para tener el control ante cualquier duda que surja de los compañeros”.

Para Robles, “evidentemente hay gente a la que no le gustó tener un control, y a la propia secretaria adjunta (Claudia Barrientos) entiendo que tampoco; hoy me cuestionan unas transferencias mías a Leonel Lucero y de él hacia mí por 150 mil pesos que en mi cuenta no están y en la del banco tampoco por lo cual no sé de dónde sacó esos números. Los $150 mil que se les transfirió a Leo Lucero fueron, según me pidió él, para pagar una deuda del gremio; él era mi secretario de finanzas y yo confiaba en él”.

“Ayer a la mañana cuando me presenté, recibí desde insultos y escuchaba todo el tiempo que decían llámalo a Ibarra para que se vaya esta mina, no sé a qué Ibarra se refieren. La Comisión ayer se juntó y que hoy está reclamando deudas que yo tengo cómo comprobar qué se hizo con el dinero transferido. Yo ya realicé la denuncia como corresponde en el Ministerio de Trabajo y ellos resolverán en base a la reunión de ayer que es irregular y no reconocida. Ahora estoy esperando que el Ministerio de Trabajo resuelva la situación. Todavía ninguno tiene la certificación de autoridad”.

Robles recordó que “siempre hubo préstamos a los compañeros en ASOEM, históricamente, pero en el último tiempo hubo un abuso. Una cosa es una ayuda y otra cosa es 70 o 100 mil pesos de préstamo que eran lo que pedían los afiliados a quienes después se les descuenta. Pero si vos prestas plata hoy, lo recuperas en cuotas. Hay gente que pedía anticipos todo el tiempo, de la comisión directiva y los afiliados también”.

Finalmente, reveló que en enero de este año “pedí que se hiciera el balance de los cuatro años que pasaron y no me tenía que hacer cargo yo. Lo estaba haciendo Lucero y cayó preso y quedó en la nada. Yo le pedí en febrero al contador que hagan el balance junto a Leonel y no hubo control. No pude conseguir los balances porque Leonel cayó preso y el contador se juntó con él. Yo estoy tranquila y tengo la consciencia tranquila porque hice las cosas bien y pedí que se hagan todos los controles. Hubo muchas cosas que quise hacer y no se pudo. Se me acusa de malversación y no es así, por lo cual, veremos qué resuelve el Ministerio. Yo no me quedé con ningún centavo del gremio. Después de lo que diga el Ministerio, veremos si vuelvo al gremio o no. Por lo que tengo entendido, hace tres meses que no se descuenta desde el Municipio así que hay muchos negocios que nosotros hasta marzo lo teníamos pagado y en abril no se pagó. Hasta que yo me fui estaba todo pago. Los afiliados entiendo que no tienen ningún beneficio del gremio y tengo entendido que quieren vender una camioneta para pagar las deudas”.