El presidente de AFARTE, Federico Hellemeyer, cuestionó a la UOM Río Grande por las aspiraciones desmedidas de recomposición salarial, tras haberse acordado un 45% de aumento por los primeros nueve meses del año en la paritaria nacional.
Por FM Del Pueblo se lo consultó sobre el rechazo de la asamblea del gremio local y la amenaza de medidas de fuerza. “Ese parece ser el trascendido. Hasta el momento tuvimos tres reuniones, dos antes de las elecciones tanto a nivel seccional como general, y una posterior a la elección de seccional cuando todavía no teníamos novedad del cambio del secretariado nacional. Las dos primeras fueron antes de que se cerrara la paritaria nacional, en un marco de reserva para honrar los términos de la negociación. Hicimos algunos avances, pero la marcha de la negociación paritaria de ese momento, no fue la que se terminó cerrando. La paritaria nacional se comenzó negociando en torno al 40% y ensayamos un par de propuestas que comunicamos a la UOM Río Grande, que no prosperaron. Ya conocido el cierre de la paritaria nacional hicimos una nueva reunión, pero no materializamos ningún tipo de propuesta. Fue toda una novedad lo que se alcanzó en la paritaria nacional, que cerró en el 45% por nueve meses, con una cláusula de revisión para regular el último trimestre, y se va a aplicar en noviembre así que uno podría decir que es por ocho meses”, destacó.
Aseguró que “es una negociación muy buena y muy alta para los trabajadores, que nos condiciona muchísimo, por eso no formulamos ningún tipo de propuesta. Por lo que dicen los medios, pareciera que a la UOM Río Grande esto le es insuficiente y no sé qué decir, porque en este contexto es una negociación muy alta”.
“A nivel local tenemos la unidad de negociación y la seccional reivindica ese espacio. Antes teníamos una paritaria que iba del 1 de julio al 30 de junio, y el año pasado la patronal resignó tres meses para acompasarse a la paritaria nacional, por eso la paritaria vigente a nivel Río Grande estaría venciendo el 31 de marzo y se da esta discusión ahora. Entendemos que el contexto inflacionario nos pega a todos y es muy difícil seguir la depreciación de la moneda y la inflación, pero un 45% para un período de nueve meses es una de las mejores paritarias posibles en este momento”, insistió.
El aumento se va a dar en tres tramos, un 18%, un 15% y un 12%, “es decir que se adelanta el efecto. La interpretación que hace la voluntad colectiva es que la inflación va a ser más importante ahora y después va a ir decreciendo, aunque puede no darse en este país. El primer escalón del 18% es un número que llega a cubrir los números sorpresivos del 4,7% en febrero y los que se prevén para marzo”, observó.
Respecto de lo que pueda pasar luego del rechazo, concedió que “en las negociaciones colectivas hay libertad de formas. Nunca es deseable la medida de fuerza, pero si fuera necesaria para que se ordene la voluntad colectiva, la tendremos que atravesar. Me parece que en Río Grande hay una intempestividad frecuente cuando pasan estas cosas y creo que hay que calibrar las expectativas”, sugirió.
“El gremio está muy conmocionado por el cambio de liderazgo a nivel nacional y Río Grande tuvo unas elecciones muy reñidas, más allá de que Oscar Martínez haya resultado reelecto. Los que votaron se dividieron casi en tercios e imagino que debe haber mucho debate en este momento”, manifestó.
Consultado sobre la incidencia de la interna del Frente de Todos, ante la supuesta cercanía con el kirchnerismo del nuevo secretario general Abel Furlán, y si puede explicar la reacción local, consideró que “el contexto en Río Grande no creo que se explique por algo de relevancia nacional. Acá hay un tema de expectativa de los trabajadores y nada más. Quisiera opinar lo menos posible de la interna de la UOM, pero me voy a permitir decir una cosa: yo con el nuevo secretario general Abel Furlán tengo relación desde hace mucho tiempo porque era el secretario de organización cuando Antonio Caló era secretario general. Es una persona que viene trabajando en el gremio hace muchísimos años y tiene un fuerte involucramiento con las seccionales. Al conjunto de trabajadores y empresarios nos ha acompañado en muchas negociaciones, incluso desde lo formal porque tenía que rubricar los acuerdos, pero aparte ha trabajado acercando las partes. Confío en que va a ser un interlocutor tan bueno como Caló para la relación colectiva. Es un sindicalista que viene trabajando hace tiempo y lo hacía coordinadamente con la anterior conducción de la UOM. Imagino que continuará defendiendo el interés de los trabajadores”, señaló.
“Creo que en una situación así es importante que ese debate se canalice con responsabilidad, porque esto parece un río revuelto y los más aventureros quieren sacar las mayores ventajas. Desde ya que hay que atender la desactualización de los salarios, pero hay que poner en perspectiva lo que pasa en el país”, enfatizó.
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