El abogado que representa a gran parte del plantel de trabajadores de Digital Fueguina y Tecnosur, Dr. Néstor Sánchez Otharán, dialogó con Aire Libre, sobre la investigación que vienen llevando adelante y que busca determinar de qué manera se concretó la venta del paquete accionario del Grupo Garbarino.
Según relató el abogado, actualmente representa a 168 trabajadores de la firma de un total de 250 aproximadamente; es decir, más de la mitad del personal que todavía aguarda una novedad favorable hace más de dos años y medios.
Al respecto, indicó que “pudimos hablar en asambleas y nuestra intención es tener el trato lo más personal posible. La situación de cada uno de ellos es disímil por las diferentes edades y las capacidades para reinsertarse al mundo laboral en momentos donde no es nada fácil”.
En este sentido, comentó que “me encontré con que los trabajadores no consideraron que el vínculo laboral con Digital Fueguina y Tecnosur haya finalizado. De hecho, hay una conducta expresa y positiva de la empresa de continuar declarando la relación laboral y liquidando sueldos, pero en los hechos, en lo único que nos encontramos es una demanda periódica de cada uno de los trabajadores, pero sin procesos productivos andando y con una potencia reconocida por todo el sector”.
El abogado remarcó que “nosotros no queremos vender por partes y desguazar una unidad productiva sin ningún tipo de control y aprovechamiento cabal de esa unidad productiva. Para salvaguardar los créditos que tienen los trabajadores respecto de sus inmediaciones, esa planta tiene más valor como unidad productiva en funcionamiento que vendiéndola por partes. Los trabajadores que han permanecido en sus puestos de trabajo, no se han considerado despedidos, y no están a favor del vaciamiento de la empresa y quieren mantener el valor de la unidad productiva de la empresa que se puede traducir en nueva y mayor mano de obra para la comunidad.”
El Dr. Sánchez Otharán resaltó que “la situación de Digital Fueguina es diferente porque se trata de una sociedad que es denominada por un grupo societario más grande que es Garbarino, pero Digital Fueguina y Tecnosur son activos valiosos del Grupo Garbarino que está en concurso preventivo y renegociando un pasivo realmente muy alto; Digital Fueguina y Tecnosur son sociedades que no tienen hipotecas, si tienen prendas en las maquinas más valiosas, pero la dimensión de la deuda que se mantiene con todo el plantel de trabajadores, el mejor modo de encararla no es vender por partes a la planta sino promoviendo inversiones para su reactivación”.
Además, recordó que “el Grupo Garbarino en el año 2020 cambió de dueño y lamentablemente la persona que adquirió todo el paquete accionario, estamos investigando en profundidad todas las maniobras financieras y patrimoniales que se han dado en el tiempo. No pareciera ser que haya sido una compra con vistas a recomenzar con el trabajo, sino que ha sido una compra con fondos extraños para especular, reñida con las conductas de un buen hombre de negocios. Estamos enfrentando a empresarios inescrupulosos, conductas temerarias y los límites que también tiene el Estado al momento de llevar a cabo gestiones. En el fuero federal, si bien no puedo dar mayores precisiones, hay una sospecha respecto al origen de los fondos que no solo pueden venir de hechos ilícitos sino de sociedades que tienen prohibidas esta clase de movimientos patrimoniales. Queremos dejar en claro sobre la mesa quién es quién y cómo se está obrando para lograr trazar el camino que le dé una solución definitiva a los trabajadores y a la comunidad en general”.
Por último, explicó que “si al final del camino hay un esclarecimiento de la situación y les da claridad a posibles inversores, eso decanta no solo en el reinicio de actividades sino en solventar el pasivo. Sé que ha habido algunas posibilidades de inversión, pero un capital privado dispuesto a invertir en estos procesos productivos tiene que ir a negociar con una persona jurídica que tiene balances, pasivos, ocultos o evidentes y cuando se sientan a negociar, es todo oscuro y sospechoso. Hay pedidos ilegales y hasta que no se aclare todo, los inversores huyen. Estamos hablando de un entre comillas empresario inescrupuloso que realizó una inversión especulativa sin tener en cuenta absolutamente nada.”
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