El secretario gremial de UTA, gremio que nuclea a los trabajadores de Citybus, expuso a través de Radio Universidad 93.5 y Provincia 23 las irregularidades de la empresa, y expresó la preocupación por el estado de las unidades, que significan un riesgo para terceros transportados, para el propio chofer y para el resto de las personas que circulan por la vía pública.
Recientemente hubo un despiste de un colectivo por fallas en un neumático, y en general las unidades en su conjunto estarían con problemas similares. “Estamos en una época invernal y dependiendo de la situación de las calles estamos teniendo muchos problemas con el tema de los neumáticos. Para el rodado que tienen las unidades no vienen neumáticos siliconados ni con clavos. El agravante que tenemos es que los neumáticos tampoco están en condiciones, porque están absolutamente lisos. La empresa nos dijo que había adquirido una cantidad determinada de neumáticos pero compraron 20 neumáticos cuando tenemos 20 colectivos en la calle. Cada coche lleva 6 neumáticos, así que alcanza para tres. En realidad se distribuyó un par en cada uno y la mayoría quedaron absolutamente sin neumáticos. Los chóferes me mandan fotos de cómo están y dan pena”, afirmó José María Zampedri.
Sin inspecciones
Consultado acerca del rol de los inspectores, que deberían controlar esta situación, dijo que “estamos pidiendo inspecciones pero desde hace 15 días a la fecha no han respondido. Los coches siguen saliendo con ese problema. El fin de semana pasado hubo hielo lavado y en el Austral quedaron varios coches tirados. El chofer se encuentra en una situación en la que la empresa le da una unidad y con eso tiene que salir. Si no lo hace hay sanciones, lo mismo al que se queja porque no le pagan las horas, o porque no les dan un franco. Hemos tenido un muchacho despedido por hacer este tipo de reclamos. Se lo despidió sin causa. El chofer no tiene derecho a hacer una queja, porque desde ese momento es perseguido, lo suspenden y hasta llegan al despido”, cuestionó.
Menos unidades
Comparado con el año pasado, hay menos unidades en circulación, lo que genera malestar de los usuarios. “En este momento en la calle hay 18 colectivos. El fin de semana anduvieron menos porque un chofer presentó un certificado médico, otro día hubo dos certificados médicos y son dos coches que se sacan. Estamos en una situación muy precaria y tenemos quejas de los chóferes y de los pasajeros porque no hay unidades y demoran mucho. Hoy estamos abajo al menos en cuatro o cinco coches respecto del año pasado”, estimó.
Con aportes pero sin escala
Respecto de las remuneraciones, Zampedri dijo que “venimos reclamando la equiparación de la escala, y el cumplimiento del convenio colectivo de trabajo en las distintas modalidades. Hay seis francos al mes pero los chóferes nunca saben cuándo va a ser el día. Llega el viernes a la tarde y no saben si tienen franco o no el fin de semana. La empresa a partir de este mes empezó a liquidar el sueldo como corresponde, con los aportes del 100%, pero no se está liquidando por la escala que corresponde. Hay una diferencia en distintos ítems. Hoy el empleado está con un básico de 362 mil pesos. Lo que no se pagó de aquí para atrás son los aportes y contribuciones. Sabemos que esto se ve licuado en la jubilación del trabajador y, si se jubila con estos tres años en que no se ha aportado, hoy está cobrando el 50% de lo que le corresponde”, planteó.
Habría una docena de trabajadores del volante en condiciones de jubilarse, pero no lo hacen por esta diferencia de aportes, que se está dirimiendo en la justicia. “El aporte que hemos venido teniendo hasta la fecha es a razón de tres o cuatro días de trabajo al mes, y quedan 25 días restantes que no aportan. En la actualidad hay alrededor de 40 chóferes”, señaló del personal en la misma situación.
Por su parte el representante legal del gremio, Dr. Paulino Rossi, indicó que “la empresa trata de justificar esta situación en la deuda que tiene el Estado con ellos, pero no se justifica el no pago de aportes por más de tres años, o la política de persecución laboral permanente, porque todo aquel que se anima a hacer un reclamo termina despedido. Esta semana tuvimos más despidos de gente que ha hecho reclamos. Es una postura difícil de calificar porque, si fuera generalizado lo entendería, pero en Ushuaia no pasa esto. Cumplen con los sueldos, pagan en tiempo y forma como tiene que ser, pero acá hay una postura de total desidia y juegan con el tiempo que llevan los procesos judiciales, que no son rápidos. Siguen dilatando y en este contexto inflacionario a veces es más negocio ir a juicio y esperar, antes que pagar como corresponde”, sostuvo.
Remarcó que “pagar en negro no tiene ningún tipo de justificación y ahora nos quieren hacer creer que de golpe y porrazo le tocaron el corazón a la empresa y empezó a pagar los aportes. Durante tres años no correspondía y a pesar de que es el mismo marco normativo ahora empiezan a pagar. Saben que esto es una bola de nieve muy grande, porque hay una suma muy grande de dinero retenido a los trabajadores que no han aportado. De toda la masa salarial el aporte es del 11% más la jubilación y ese gran aporte se lo ha quedado la empresa. Esto lo hemos planteado ante la AFIP, ante la justicia, seguimos avanzando en los reclamos pero sabemos que la vía judicial no es rápida”, manifestó Rossi.
Consultado sobre el trabajador despedido, el motivo fue “no querer manejar los colectivos por el estado en que se encuentran. Los chóferes tienen que trabajar todos los días con colectivos de gran porte, con un montón de gente arriba y se pretende que se cumplan horarios sin cubiertas y sin las condiciones adecuadas. Hay un nivel de desinversión gigante en la empresa y hoy está en juego la vida de los pasajeros y del resto de la sociedad, porque si a un colectivo le falla el freno o una cubierta, puede haber accidentes graves. Cuando los choferes plantean estas cuestiones de seguridad mínimas, la empresa toma represalias. Han salido a hacer recorridos sin visibilidad porque no tienen la calefacción adecuada, pero la empresa se niega a cumplir y aquel trabajador que prioriza su seguridad y la de la sociedad en su conjunto, es despedido”, denunció.
Lo cierto es que esta semana habrá una audiencia en el Ministerio de Trabajo, y “por primera vez hemos logrado una audiencia –dijo Rossi-. Al municipio le hemos planteado la situación pero la postura es que, hasta que no haya sentencia judicial, no va a intervenir. Hay diálogo pero no hay respuesta. Es una postura muy distinta del Municipio de Ushuaia. Entendemos que el municipio debería estar interesado en la calidad del servicio de transporte público y claramente parece que no”, lamentó.
Ayer Zampedri se reunió con funcionarios municipales del área de transporte para llevarle las inquietudes. “En la reunión pasada me dijeron que iban a mandar inspectores a controlar las unidades pero no hemos tenido respuesta. El municipio puede controlar la vía pública y más que nada el transporte de pasajeros”, sentenció.
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