José Luis Alonso es el CEO de Mirgor, fabricante en la Argentina de Samsung y de LG, además de proveedor de Toyota y exportador de trigo y soja entre otras actividades diversificadas.
La compañía termina bien el año pese a la inversión y los costos adicionales que implicó mantener activas sus plantas con los protocolos sanitarios vigentes para prevenir el contagio de Covid. Está convencido de que Tierra del Fuego tiene potencial para producir productos de electrónica de valor agregado y potencial exportador.
Como buen mendocino, no sólo le hace la merecida prensa a los vinos de su provincia sino que, además, reconoce el trabajo de quienes acompañan su gestión, desde los empleados hasta quienes están en el eje de decisión, como María Mercedes Rotondo, directora de control de gestión y recursos humanos, y Wenceslao Mc Cormick, director regional de la compañía. Respiradores artificiales, venta on line, volatilidad argentina, teletrabajo, todo en esta charla.
-¿Cuál es su resumen del año?
-En Mirgor trabajamos 3.700 personas, todas sumamente valiosas. Como resumen puedo decir que fue un año lleno de oportunidades para compañías como la nuestra. No ha sido fácil porque hemos lidiado con cosas que no teníamos previsto, manejar una operación vía teleconferencia durante meses es complicado. Hemos perdidos compañeros de trabajo, gente cercana, en Tierra del Fuego tuvimos las plantas paradas durante más de 150 días. Para una empresa que se caracteriza por gestionar bajos márgenes con altos volúmenes hubo que hacer una reinvención.
-¿Cuatro meses sin trabajar?
-Paramos antes el 8 de marzo hasta el 20 de mayo porque Tierra del Fuego comenzó antes el aislamiento. Entre mayo hasta fines de junio operamos, y paramos agosto y una parte de septiembre. La única área de la compañía que funcionó sin parar fue la de respiradores, y en la segunda etapa la excepción fueron los productos para la exportación de partes para la industria automotriz.
-¿Cómo se prepararon?
-Solo en amoldar infraestructura para la pandemia se desembolsamos $50 millones más $40 millones en todo tipo de aportes bajo la figura de donaciones, respiradores para hospitales, test rápidos para nuestra gente, sistemas par que la provincia supieran cómo iban los contagios, tests para el hospital municipal de Río Grande para atender los aumentos de casos, trajimos equipos médicos en aviones pagados por nosotros para reparar los ecógrafos y otros equipos. Fuimos capaces de desarrollar cosas buenas para la sociedad. Los respiradores fueron lo más importante. Desarrollamos un respirador manual con Toyota, que fue lo más relevante pero no se conoció tanto. Se donó al Ejército Argentino para su fabricación y se subió la información técnica. La parte mecánica estuvo a cargo de Toyota, la electrónica de Mirgor, el aval tecnológico académico lo hizo el ITBA detrás de nosotros.
-¿Se produjo sólo para el mercado interno?
-El Estado nos pidió 2.000 respiradores al principio, y cuando llegamos a los 1.000 nos liberaron. Los restantes se exportaron a otros países. Los primeros respiradores que recibieron Bolivia y Perú fueron de acá. Exportamos u$s15 millones que, en realidad, no fue nuestra sino de Leistung Ingeniería, pero fue un logro enorme. Fue un proyecto que se hizo a 0 beneficio, Mirgor no ganó nada, pero asistimos porque queríamos mostrar lo que se podía hacer desde Tierra del Fuego.
-¿Cómo cierran el año entonces?
-Esta año lo pensamos con un forecast que terminará cerrando muy parecido pero donde a nadie se le ocurría pensar en una pandemia. Llegamos al forecast por caminos totalmente distintos a los esperados. Tuvimos los puntos de venta cerrados durante meses. Esto fue un desastre económico porque se siguieron pagando alquileres, sueldos, servicios. Sin embargo, nuestra venta on line se multiplicó por cinco o seis. Y compensó lo que no se podía hacer por la otra vía.
-¿Qué pudieron producir en Tierra del Fuego más allá de los respiradores?
-Ha sido un año muy difícil en cuanto a números. Empezamos con un stock de 40.000 televisores y casi 250.000 teléfonos pero al tener las plantas paradas el stock se perdió. El resultado se puede entender como bueno pero fue a costa de haber quemado el valor de producto terminado. El mundo retail se maneja con ocho semanas de stock y hoy tenemos una semana de stock. Fue un año difícil, pero estoy contento por terminarlo bien como compañía. Tenemos el mérito de que en 2017 hicimos un estudio pormenorizado de la empresa que tenía una deuda de u$s450 millones. Como la Argentina es demasiado volátil tomamos la decisión de desendeudar a la compañía. Para agosto de 2018 la deuda de la compañia ya era 0 y eso nos permitió ahora no sufrir lo que otras empresas sufren.
-¿El ritmo de producción actual ya es el de la prepandemia?
-Fabricamos más que al inicio del año. Es un fenómeno extraño porque es fabricación muy costosa ya que lo hacemos con turnos reducidos en los que se paga el mismo salario al 50% de la capacidad en tres turnos cuando podríamos hacerlo en dos. Y además hubo que contratar a gente de afuera para poder contrarrestar a la gente aislada por el covid. Tuvimos a unos 300 aislados, que no necesariamente es gente enferma. Por cada caso sospechoso se aislan a 40, 50 o 70 personas, por ende los costos de fabricación son más altos. Fue una movida muy grande. Hoy tenemos tres turnos cuando para este año pensábamos un turno completo. Y esto es porque el espacio de producción también está reducido.
¿A dónde fueron a buscar a los que debieron incorporarse a las plantas?
-Tierra del Fuego tiene 39% de desocupación. La situación de la industria electrónica es muy mala. Venimos de fabricar 14 millones de celulares entre 2014 y 2015 a 6,5 millones hoy. Todas las fábricas están al 50% de su capacidad operativa. Hay mucha gente que trabajó en la industria que está desocupada. En 2014 llegamos a tener 4.000 trabajadores en 4 turnos y al 100% de capacidad de la planta. Hoy se llama a esa gente, con un contrato eventual por plazo determinado, ahora hasta el 18 de diciembre. Fue la manera de tener respuesta rápida a esto.
Mirgor tiene actividades diversificadas y plantas de producción y de servicios en distintos puntos del país
-¿Cómo resultó la implementación del teletrabajo?
- Hasta el 18 de marzo no existía el home office bajo ningún punto de vista y hubo 400 personas en ese modo sin que se cayera ningún proceso. Fue sorpresivo y con resultado muy auspicioso en cuanto a aprendizaje y hasta nos mudamos de oficina. Nos fuimos a un lugar más chico porque ahora tenemos protocolos de días y diseñado para los negocios en los que estamos. Durante 35 años Mirgor fue autopartista y hoy atiende a consumidores. Tiene venta digital que, de no haberla tenido, hubiese sido un problema muy serio. La tribu de ingenieros que fue la histórica de esta empresa hoy tiene otra tribu que es la que atiende lo digital. La virtualidad se instaló de manera importante. El plan es mantenernos para siempre con tres días en oficina y dos en home office para que las personas tengan el contacto pero la virtualidad llegó para quedarse. Porque también se generaron un montón de ahorros. Viajabamos muchísimo a Tierra del Fuego y nos dimos cuenta de que muchos viajes no eran necesarios.
-¿Van a poner más foco en el online?
-No hay una fórmula. Va a crecer pero no va a ser 100% de compra on line. Hoy se trata de poder atender a los clientes de formas distintas, es lo que se llama omnicanalidad. La ventaja es que permite atender a todos los gustos de los clientes por igual. Antes vendíamos en puntos de venta más web entre 5.000 y 6000 equipos mensuales y hoy vendemos 20.000 equipos. No vamos a cerrar puntos de venta, vamos a abrir porque son puntos de colecta para retirar lo que se vende por internet o para reparar.
-¿Van a avanzar en el negocio de la reparación?
-Brightstar llegó caída del cielo y es muy fuerte en refurbished. Hoy hablamos con el presidente de Samsung que nos propuso certificar la reparación de teléfonos, actividad que sólo existe en Corea del Sur y en Estados Unidos. Allí, la gente va con su teléfono Samsung, lo deja en el punto de venta, se lleva otro, y el viejo queda en el sistema con certificación mundial garantizada por Samsung, lo que implica que el teléfono no va a fallar. Eso lo vamos a hacer nosotros.
-¿En el negocio agrario analizan otras ramas de exportación?
- Argentina es muy competitiva en escala y commodities, y el objetivo es posicionarnos en productos de valor agregado que se puedan exportar y también trabajar aguas arriba con los clientes con los que tenemos líneas de crédito de cientos de millones de dólares. Somos pagadores muy sólidos, nunca defaulteamos un pago y eso es muy importante. Empezamos con commodities, ahora trigo y soja, queremos hacer todo de manera sólida. El driver no es mirar la balanza comercial. El tema de la balanza va y viene y la política nunca va a ser igual. Y no podemos iniciar un negocio de exportación de u$s250 millones para tener balanza positiva o negativa, no funcionamos así.
-¿Hay chances de exportar en electrónica?
-El Mirgor de ahora no es el mismo del año pasado, hay una revolución importante, un cambio de marca verdadero. Como dijeron los chicos de marketing, desafiamos la tecnología. Para mí lo más desafiante es que desafiamos los retos porque no hemos tenido apoyo de nadie últimamente en Tierra del Fuego. Mirgor está en un sistema de promoción industrial, en un negocio relativamente protegido pero Tierra del Fuego tiene que convertirse en un polo exportador. Y se cree que es imposible cuando nosotros este año exportamos u$s15 millones en módulos electrónicos, algo que no se había hecho nunca. Y en los próximos años vamos a exportar plaquetas electrónicas de alta complejidad para Yazaki y Tokai Rika en Brasil que les suministran a Toyota. Vamos a producirle televisores a Mercado Libre para que gane participación en Brasil exportando televisores directamente a ese país. Empezamos con un primer envío de 7.000 televisores y el segundo fue de 70.000 unidades. La realidad es que el gran desafío es exportar para demostrar que Tierra del Fuego no necesita de ayuda para hacerlo.
-¿Si no hubiera promoción sería posible?
-Queremos demostrar que Tierra del Fuego es competitiva per se. La promoción industrial no queda en la provincia, la producción se vuelca totalmente al precio. Hoy Toyota exporta 100.000 camionetas porque los acuerdos bilaterales que tiene con otros países dicen que si el 40% del vehículo tiene partes de Argentina el arancel va a ser menor. Si Toyota Argentina no tiene producción nacional de autopartes, el cliente le compra a Toyota Tailandia, entonces pide producción nacional. Tierra del Fuego le produce a Toyota el 7% de la camioneta local que es el infotainment. Lo que el gobierno me da como promoción industrial, que es el IVA, y que Toyota recupera pero yo no pago, lo vuelco en el precio, hago el producto más competitivo.
-Entonces si no fuera por la promoción no sería posible exportar
-Pero no hay negocio para la Argentina. Toyota tiene balanza comercial de u$s250 millones. Si Mirgor le baja la palanca Toyota exporta u$s50 millones. Y no lo digo yo, lo dice Daniel Herrero (CEO de Toyota)., quien afirmó que si no fabricamos sistemas electrónicos en la Argentina, no podemos exportar.
-¿Cómo va a impactar en la producción la vuelta de los impuestos internos a la electrónica?
-El impuesto interno tiene un monton de cosas favorables y algunas desfavorables. Nosotros lo empujamos, es una herramienta que usan todos los países, Brasil tiene 48% de impuesto interno y nosotros estamos pidiendo 7%. Orignalmente en 2017 era 7% para producción local y 17% para la importación y ese gap era el que le daba proteción a la industria. En el gobierno de Macri se bajó a 0% el arancel en Tierra del Fuego porque, supuestamente, iba a hacer que la gente pagara menos. Un teléfono que cuesta $10.000 tiene un costo de $5.600. Si a ese producto le ponés 7% son $400 de impuesto interno, en $10.000 no es significativo. Pero nos pegaron que Tierra del Fuego genera déficit fiscal en al Argentina, y no es déficit sino renuncia porque el Estado no pone un peso, solo no cobra. Entonces mantengamos un tributo de 7 puntos porque mientras nos van el IVA nosotros lo vamos a devolver en tecnología, vamos a mitigar esa renuncia fiscal y vamos a hacer desaparecer esa historia de que Tierra del Fuego le sale u$s4.000 millones a la Argentina, porque es mentira. Tierra del Fuego le cuesta u$s300 millones al año a la Argentina. Nos volvimos competitivos, tenemos precios por debajo de Brasil, hoy la Argentina fabrica televisores 10% por debajo de Brasil, su costo de fabricación en moneda constante es más bajo.
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