El Gobierno estableció una normativa para permitir que las propinas puedan pagarse digitalmente a través de tarjetas de crédito, débito o prepagas. Aunque la iniciativa ya está operativa en algunos sectores, el proceso de adaptación no está completamente terminado, y persisten algunos desafíos, principalmente en los plazos de acreditación.
La normativa, publicada en agosto, otorgaba 90 días para la adecuación de los sistemas, un plazo que concluyó a mediados de noviembre. Sin embargo, aún quedan ajustes para que la medida alcance a todos los rubros comerciales, como hoteles, estaciones de servicio y servicios de delivery, además del sector gastronómico.
Uno de los puntos más problemáticos es la acreditación en 24 horas, tal como lo exige la regulación. Actualmente, las plataformas de pago suelen demorar hasta 18 días hábiles para las operaciones con tarjetas de crédito, mientras que las realizadas con débito suelen acreditarse en un día hábil. Este retraso ha llevado a ajustes técnicos en el sector para cumplir con la normativa.
Empresas como Fiserv ya ofrecen la opción de agregar propinas en dispositivos Posnet y Clover, donde el cliente selecciona un porcentaje del total de la cuenta (entre 5% y 15%). A pesar de esto, las propinas se acreditan en los mismos plazos que las transacciones principales. La empresa afirmó que para febrero de 2025 estará disponible la funcionalidad que permitirá la acreditación en 24 horas.
Por su parte, Mercado Pago implementó una opción de propinas digitales antes de que se emitiera la normativa. Este sistema permite que los clientes, tras escanear un código QR, seleccionen el monto a dejar como propina, el cual se acredita inmediatamente en la cuenta del comercio o del empleado. Este modelo ha tenido gran aceptación en bares y restaurantes.
Desde la Secretaría de Industria y Comercio, liderada por Esteban Marzorati, reconocieron que la regulación es amplia y que su aplicación depende de las particularidades de cada sector. Por ejemplo, mientras los restaurantes cierran sus balances a diario, los hoteles manejan ciclos de pago quincenales, lo que dificulta cumplir con los tiempos estipulados. A pesar de esto, las autoridades descartaron modificar la normativa y apuestan a que las empresas ajusten sus sistemas progresivamente.
Según fuentes del sector de medios de pago, la demora en la adaptación también estuvo influida por la prioridad que se dio a otros proyectos, como el desarrollo de tarjetas de débito bimonetarias para operar con dólares del blanqueo. Este proyecto estará listo en febrero, lo que permitirá avanzar más rápidamente en la implementación de las propinas digitales.
El objetivo final es que las propinas digitales sean una opción universal en todos los sectores, con acreditación inmediata y sin retenciones. Aunque el camino presenta retos, tanto el Gobierno como las empresas confían en que los ajustes necesarios se completen en los próximos meses.
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