El Gobierno anunció la eliminación de la obligación de adelantar el 95% del Impuesto PAIS para acceder a divisas destinadas a la importación de bienes y servicios, una medida implementada por la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA). Este cambio busca aliviar los costos de los importadores y reducir el tipo de cambio implícito en el comercio exterior.

Impacto en las importaciones

Con esta medida, los importadores ya no deberán pagar por adelantado este porcentaje del Impuesto PAIS, lo que trae dos beneficios inmediatos:

1. Reducción de costos para importar: Las operaciones se encarecían por la necesidad de adelantar el impuesto, algo que ya no será necesario.
2. Un tipo de cambio más accesible: Esto se traducirá en menores costos en pesos para bienes y servicios importados, lo que podría impactar positivamente en los precios locales.

Dólar tarjeta y dólar turista: sin cambios inmediatos

A pesar de los ajustes en las reglas para las importaciones, el dólar tarjeta, utilizado para consumos en moneda extranjera, seguirá gravado con el 30% del Impuesto PAIS, lo que mantiene su valor elevado frente a otras opciones de acceso al dólar.

Respecto al dólar turista, actualmente en torno a los $1.640, se espera que, una vez eliminado el Impuesto PAIS, su valor baje a aproximadamente $1.300 en enero. Sin embargo, continuará siendo más económico pagar compras en el exterior con dólares adquiridos al valor del dólar MEP o blue (actualmente en $1.100), lo que podría incentivar cambios en el comportamiento de los consumidores.

Un contexto de transición económica

La eliminación del anticipo del Impuesto PAIS para importaciones marca un paso hacia la simplificación de costos operativos para el comercio exterior, mientras que el futuro del impuesto en otras áreas, como el dólar tarjeta, sigue generando expectativas. Este cambio se enmarca en una estrategia más amplia del nuevo gobierno para mejorar las condiciones económicas y reducir trabas burocráticas, tras cinco años de vigencia del impuesto.

La medida podría tener efectos significativos en la balanza cambiaria y en los precios internos, especialmente si la reducción del costo de importaciones se refleja en el mercado local. Sin embargo, el impacto sobre los consumos en el exterior dependerá de cómo evolucione el dólar turista y las políticas de acceso a divisas en los próximos meses.