El sector de los vehículos 0 km en Argentina cerró un 2024 lleno de altibajos. El año comenzó con una marcada caída en las ventas, consecuencia directa de la devaluación ocurrida en diciembre de 2023. Sin embargo, concluyó con un importante repunte, impulsado principalmente por la eliminación del impuesto PAIS y la estabilización económica hacia fin de año. Con este panorama, 2025 se proyecta como un año de recuperación, con estimaciones que apuntan a un piso de 500 mil unidades vendidas.
La recuperación del sector automotor está vinculada a una combinación de factores positivos:
La desaceleración de la inflación.
La baja de impuestos, que alivia costos para fabricantes y consumidores.
Tasas de interés más accesibles para la financiación de vehículos.
Sin embargo, no todo es color de rosa. La pérdida del poder adquisitivo de los salarios tras la devaluación y la caída generalizada del consumo continúan afectando la capacidad de compra de los argentinos, incluso en bienes considerados esenciales o de lujo.
Ante este contexto, las automotrices han redoblado esfuerzos para captar a los consumidores, concentrándose especialmente en los modelos de gama baja. Este segmento permite mantener cierta rentabilidad basada en el volumen de ventas. Un representante de una terminal automotriz explicó:
“Los modelos más accesibles de cada marca suelen ser los de menor margen a los fabricantes. Para competir por el consumidor de menores recursos, estos autos se comercializan muy cerca de los costos tanto para el fabricante como para los concesionarios”.
¿Cuánto cuesta un 0 km en Argentina?
El Renault Kwid, el modelo más económico del mercado, es un ejemplo representativo. En enero de 2025, su precio en concesionarios es de $17,9 millones. Según datos del último informe de la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte), el salario promedio neto de un trabajador estable en noviembre de 2024 fue de $978.508. Esto implica que se necesitan aproximadamente 18,2 salarios completos para adquirir este vehículo.
Aunque es evidente que ningún consumidor destina el 100% de sus ingresos a un solo gasto, esta comparación ilustra la magnitud del esfuerzo financiero necesario para comprar un 0 km en el país.
En términos históricos, los 18 salarios necesarios están dentro de la media para el mercado argentino. Por ejemplo, en 2017 se requerían solo 11,2 sueldos, mientras que en 2019 la cifra ascendió a 17,8. Más atrás, en 2009, un 0 km económico costaba el equivalente a 20,6 sueldos.
En comparación con países vecinos, Argentina sigue estando en desventaja. En Chile, el modelo más económico, el Suzuki Alto, tiene un precio equivalente a $10,8 millones argentinos, y el salario promedio neto chileno es de 826.535 pesos chilenos. Esto implica que un chileno necesita solo 13,1 salarios para adquirir un 0 km, frente a los 18,2 que requiere un argentino.
El mercado automotor argentino inicia 2025 con perspectivas alentadoras gracias a ciertas mejoras económicas, aunque todavía enfrenta grandes desafíos. Si bien los precios y la financiación han mostrado signos de estabilización, la brecha entre los ingresos y los costos de los vehículos sigue siendo un tema crítico, tanto en el contexto local como en comparación internacional.
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