En solo dos años, el uso de billeteras digitales entre los adolescentes argentinos pasó del 51% en 2022 al 89% en 2024, marcando un crecimiento notable en la inclusión financiera. Sin embargo, un reciente estudio de Junior Achievement Argentina, el CEPE de la Universidad Torcuato Di Tella y BBVA también evidencia carencias significativas en educación financiera, especialmente en ahorro, inversión y manejo de riesgos.
Mayor acceso, pero desafíos persistentes
El estudio, basado en una muestra de 5.100 jóvenes entre 14 y 19 años, muestra que aunque el 50% utiliza billeteras virtuales como principal método de pago, el efectivo sigue siendo predominante en sectores vulnerables. Según Héctor Lucero, especialista en tecnología, quienes adoptan estas herramientas tienen de dos a tres veces más probabilidades de acceder a otros servicios financieros, pero eso no garantiza mejores hábitos económicos.
Solo el 49% de los jóvenes logra ahorrar de manera consistente, a pesar de que el 78% manifiesta interés en hacerlo. Además, se observan diferencias de género: el 57% de los varones reporta hábitos de ahorro, frente al 42% de las mujeres.
Educación financiera: una asignatura pendiente
El 80% de los encuestados considera que la educación financiera debería formar parte de la currícula escolar. Sin embargo, la oferta actual de programas educativos es insuficiente para satisfacer esta necesidad. Rodolfo Sosa, docente con 25 años de experiencia, destacó la importancia de colaboración entre el sector público y privado para crear herramientas que fomenten hábitos saludables de manejo financiero.
La percepción de conocimientos financieros también varía por género: el 37% de los hombres se considera experto en la materia, frente al 21% de las mujeres, aunque esta diferencia parece estar más vinculada a la confianza que a una brecha real de conocimientos.
Influencias y riesgos en las decisiones financieras
La familia sigue siendo la principal fuente de educación financiera para el 78% de los adolescentes, seguida por internet (52%) y los docentes (32%). Las mujeres, en particular, tienden a recurrir a los educadores con más frecuencia, lo que indica una mayor predisposición hacia la formación formal.
Sin embargo, también surgen preocupaciones. El 54% de los jóvenes conoce a alguien que participa en apuestas online, y el 8% ya enfrenta problemas de adicción. Además, el 56% admitió que tomaría consejos de inversión de redes sociales, mientras que el 66% no verifica la legalidad de los sitios de apuestas. Estas cifras reflejan la urgencia de reforzar la educación en temas como riesgos financieros y prevención.
La brecha digital y los retos para el futuro
A pesar de los avances en inclusión financiera, el acceso desigual a herramientas digitales sigue siendo un desafío. Los sectores más vulnerables aún dependen del efectivo, lo que limita su integración al sistema financiero formal.
En resumen, aunque los adolescentes argentinos están adoptando billeteras digitales a un ritmo acelerado, las deficiencias en educación financiera y los riesgos asociados exigen atención inmediata. Es necesario un enfoque conjunto de familias, instituciones educativas y empresas para garantizar que este avance tecnológico se traduzca en mejores prácticas económicas y mayor seguridad financiera para las nuevas generaciones.
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