Una familia denunció públicamente serias deficiencias en la atención recibida en el Sanatorio Güemes de la Ciudad de Buenos Aires, tras un episodio que afectó a una joven fueguina que estudia profesorado de Educación Física en la capital del país.

Según relató su familia, el incidente ocurrió el domingo, cuando la joven sufrió un accidente doméstico: una puerta de vidrio se rompió y un fragmento se le incrustó en el muslo. En ese momento, fue trasladada de urgencia al sanatorio, acompañada por un compañero o un amigo cercano. Sin embargo, pese a la gravedad del caso, la joven permaneció horas sentada sin recibir atención médica adecuada y, finalmente, fue enviada de regreso a su domicilio sin una evaluación ni tratamiento efectivo.

El padre, quien debió trasladarse a Buenos Aires, detalló que ante el empeoramiento de la situación médica de su hija, optó por llevarla al Hospital Alemán, donde recibió una atención acorde, aunque debió afrontar los costos de manera particular. "La mayoría de los médicos en el Güemes son residentes y extranjeros. Medican para la nada", lamentó.

Días después, la joven fue citada nuevamente para una consulta con un neurocirujano. Sin embargo, al llegar, fue atendida por una neuróloga que no estaba al tanto de su caso. Ante la insistencia de la madre, lograron que finalmente la evaluara el especialista correspondiente, quien se mostró alarmado por el tiempo que la joven había permanecido sin el tratamiento adecuado.

El padre expresó su angustia por la situación, manifestando que la falta de atención y las fallas administrativas fueron constantes. "Es devastador tener que lidiar con esto", sostuvo, y agregó que su hija, molesta por los reclamos, atravesó también momentos de frustración.

Actualmente, la joven continúa su recuperación en Buenos Aires, acompañada por su madre, quien dejó momentáneamente su actividad laboral para asistirla.