Durante la Campaña Antártica de Verano 2024/25, el Servicio de Hidrografía Naval (SHN) está llevando a cabo un exhaustivo plan de relevamientos hidrográficos y oceanográficos, utilizando equipamiento de última generación. Estas tareas se desarrollan tanto desde el rompehielos ARA “Almirante Irízar” como en las Bases Antárticas Conjuntas, bajo la dirección del Capitán de Corbeta Fernando Bravo.
Uno de los objetivos principales es actualizar las cartas náuticas en áreas estratégicas, garantizando la seguridad para las unidades navales argentinas y embarcaciones extranjeras que operan en la región. Este esfuerzo no solo responde a la logística del rompehielos y los buques auxiliares, sino también a requerimientos internacionales recibidos por el SHN.
Equipamiento y metodología
El equipo dispone de dos embarcaciones menores: una configurada específicamente para trabajos hidrográficos, equipada con una sonda multihaz Norbit para relevamientos batimétricos, y otra utilizada como apoyo, que también realiza tareas mareográficas y de balizamiento. Según el Capitán Bravo, "este equipamiento permite detectar objetos en el fondo marino, como cascos hundidos o elevaciones que puedan comprometer la navegación segura".
Además, para medir las mareas, se utiliza un mareógrafo autocontenido RBR, y se efectúa el mantenimiento de señales terrestres como faros y balizas en bases como Marambio, Esperanza, Carlini y Melchior.
Equipo humano altamente capacitado
El equipo está integrado por especialistas en hidrografía, oceanografía y balizamiento, junto con nadadores de rescate y buzos de salvamento. Entre ellos destacan el Suboficial Segundo Jorge Luis Paredes, la Cabo Principal Verónica Fajina, y los Cabos Primero Hugo Luna, Yuliana Moreno y Aylén Pacera. "La operación requiere conocimientos avanzados, ya que las condiciones climáticas y los riesgos de témpanos y escombros de hielo en la región son extraordinariamente desafiantes", explicó Bravo.
Impacto de la batimetría
La batimetría, clave en estas investigaciones, consiste en el estudio de las profundidades y formas del fondo marino. Con la ayuda de la sonda multihaz, que emite haces acústicos en abanico, es posible cartografiar zonas previamente desconocidas, identificar obstáculos y actualizar cartas náuticas con precisión. Este tipo de trabajo tiene aplicaciones no solo en la navegación, sino también en la investigación de hidrocarburos, proyectos hidráulicos y estudios ambientales.
Resultados esperados
Las actividades realizadas durante esta campaña buscan fortalecer la seguridad marítima en la Antártida y ampliar el conocimiento sobre sus espacios náuticos. Según Bravo, también se aprovecharán las oportunidades para realizar relevamientos adicionales si se detectan áreas de interés en las rutas de las unidades navales.
El SHN destaca que esta es la primera vez en varios años que se utilizan sondas multihaz en la región antártica, marcando un avance significativo en las capacidades tecnológicas y operativas del país. "Estamos trabajando en un entorno único, donde cada dato recabado es esencial para garantizar una navegación más segura y confiable", concluyó Bravo.
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