El mate es uno de los íconos culturales argentinos. En 2022 se consumieron más de 275 millones de kilos en el mercado interno. Y cada uno tiene su preferencia de yerba, ya sea más suave, intensa o con hierbas. Sin embargo, este es solo uno de los elementos claves para un buen mate.
El termo también tiene su protagonismo y los consumidores se dividen según su marca de preferencia. Están los fanáticos de la premium Stanley y los defensores de la nacional Lumilagro. Estas son las historias de las marcas que dominan este negocio.
Lumilagro
Eugenio Schlifka nació en Budapest en 1918 y aprendió a hacer artesanías con vidrio soplado en un taller. Luego viajó a Italia para trabajar, pero decidió emigrar a la Argentina tras la presentación de las "leyes para la defensa de la raza" por Benito Mussolini. Schlifka llegó al país en 1939 junto a su hermana y su cuñado, Ladislao Falus, según contó su hijo, Eduardo Schlifka Suranyi.Durante la Segunda Guerra Mundial, por el cierre de las importaciones, un vendedor le pidió que fabricara algunos termos. Investigó el producto y armó su propia empresa junto a Falus en 1941. Poco después, su compañía, Industria Argentina de Vidrios y Afines, se fusionó con Lumilagro, uno de sus grandes competidores en el rubro. Schlifka trabajó en la empresa hasta su retiro en 1996
Actualmente la compañía está a cargo de Eduardo y su primo, Jorge Nadler. Cuentan con una planta de 12.000m2 en Tortuguitas donde elaboran alrededor de 30 toneladas de vidrio por día y más de 3 millones de termos por año. Desde 2007 también cuentan con una línea de acero inoxidable.
El clásico termo de vidrio Lumilagro cuesta $ 11.800 (versión Aniversario de 650cc) en su tienda online. Pero también hay otras opciones que valen entre $ 3580 y $ 3900. Por su parte, el termo de acero de 1000cc se consigue por $ 18.000.
Stanley
La marca llegó a la Argentina en 2015 de la mano de Facundo Mendizabal, dueño de la importadora Parallel. Él trabajó junto a los dueños de Stanley para desarrollar un modelo ad hoc con pico cebador y elaboró una estrategia de viralización basada en influencers y presencia en redes sociales. Fue tal el crecimiento del producto que en 2020 lanzaron un mate y la firma desembolsó $ 10 millones para abrir dos tiendas físicas.Sin embargo, la historia de la marca comenzó a principios del siglo XX. Su creador fue William Stanley, un ingeniero autodidacta estadounidense que desarrollaba productos para General Electric. En 1913 descubrió un método de soldado que, pensó, podía servir para mejorar las botellas térmicas de vidrio que se usaban en aquella época, e incluso hacer lo mismo pero con acero.
Stanley empezó a producir botellas térmicas de acero en 1915 con la marca Ferrostat. El fundador murió seis años después y sus productos pasaron por varias manos, desde Landers, Frary & Clark hasta Aladdin, especializada en almacenamiento de alimentos y bebidas. Desde 2002 la marca Stanley está en manos de Pacific Market International.
En enero de 2023, Parallel sumó 23 mercados de la región en los que también será el representante oficial de la marca. "En los últimos cinco años, se multiplicó por ocho el volumen de ventas de Stanley en el mundo. Esta es la única región que quedaba disponible. Con su incorporación, estimamos que en el primer año se generarán u$s 2 millones de ingresos adicionales para Parallel", explicó Mendizábal.
El termo Stanley cuesta entre $ 35.000 (versión de 950cc que mantiene la temperatura del agua por 24 horas) y $ 43.000 (1,2 litros y 30 horas de agua caliente), según su tienda oficial en la Argentina. En tanto, el mate de la marca tiene un precio de $ 17.800.
Peabody
En 2021 la compañía invirtió $ 60 millones para pisar fuerte en el segmento con su e-termo. Se trata de un termo que también funciona como pava eléctrica y trae incorporado mate y bombilla. El desembolso apuntaba a producir 200.000 unidades por año. La idea detrás de este producto surgió en 2017 durante un concurso de diseño organizado por Peabody en colaboración con la FADU. Y el año pasado se llevó el premio Red Dot en dos categorías: electrodomésticos y productos innovadores.Dante Choi, fundador de Goldmund Argentina, la empresa dueña de Peabody, es uno de los grandes responsables del renacimiento de la marca. En realidad Peabody nació en los 70 como la marca de heladeras de la compañía Helametal. Luego esta pasó a manos de Philco, que en los 90 se asoció con la coreana Daewoo. Sin embargo, quedó en un limbo tras la quiebra de la firma asiática en 1999.
Choi trabajaba en Daewoo como gerente Comercial cuando la empresa se fundió. Entonces apostó por su propio emprendimiento y creó Goldmund para importar electrodomésticos. Pero necesitaba una marca fuerte, así que eligió a Peabody como mascaron de proa de su nuevo proyecto.
Hoy ensambla todos sus productos en una planta en Hurlingham desde la que apuntaba a exportar su e-termo a los Estados Unidos. En su tienda oficial, este producto, con 1 litro de capacidad y cuerpo de acero inoxidable, tiene un valor aproximado de $ 26.000.
Compartinos tu opinión