Otra sorpresa del verano está aquí. La presente estación, en el hemisferio norte, es la mejor para ver a la Vía Láctea sin instrumentos de observación, sobre todo durante este mes y agosto. A pesar de que la simple vista es suficiente, hay algunas cosas que debes tomar en cuenta si en verdad te dispones a disfrutar del espectáculo galáctico que se despliega en cielo estival.

Nuestra galaxia al alcance de tu vista

Como sucede con muchos eventos astronómicos, la contaminación lumínica es el principal enemigo a vencer, y esto no es fácil. Las luces que vienen de espacios urbanos son suficientes para que la visibilidad no sea la mejor. Es más, hasta hay que coincidir con ciertas fases lunares, con el fin de que el mismo satélite no sea un problema en tu experiencia.

Consecuentemente, si te es posible tener una cita con nuestra galaxia, lo indicado es que busques algún lugar donde la iluminación no imposibilite tu propósito.

Sobre lo anterior, el sitio especializado Live Science dice que las 10 noches alrededor de la luna nueva son especialmente favorables para ver a la Vía Láctea, concretamente desde el último cuarto de luna hasta tres noches después de la nueva.

Fuera de estos detalles, que no son poca cosa, estarías en un buen punto para apreciar a esta galaxia en la que habitamos, y 100 mil millones de estrellas más también.

Las mejores noches para ver a la Vía Láctea

  • 28 de junio – 8 de julio
  • 28 de julio – 7 de agosto
  • 26 de agosto – 6 de septiembre
  • 24 de septiembre – 5 de octubre