Alejandro Torres, padre de Denise Torres García, dialogó con FM Origen donde se refirió al accidente fatal del avión Lear Jet 35 de la compañíaFlying América, donde perdieron la vida su hija de 30 años que viajaba como enfermera del avión; Claudio Canelo, de 52 años, comandante de la aeronave; Héctor Vittore, de 51, que oficiaba de copiloto y el médico Diego Ciolfi, de 56 años.
Al respecto, cuestionó que, si bien “desde la Justicia lo llaman negligencia, para mí fue un homicidio. El clip que une los controles de comando con los alerones tanto para el piloto como copiloto no estaba puesto y esto hizo que una tuerca fallara y los comandos no respondieran. Esto fue la realidad de la causa que el Dr. Ibarra explicó. Esto no es negligencia porque no le dieron posibilidad ni al piloto y copiloto de defenderse. La justicia dice negligencia, pero esto es un homicidio porque murieron cuatro personas.”
En este sentido, destacó que, si bien “la causa va muy avanzada, para nosotros dos años es una locura y no pasa por la justicia sino por la gente que maneja la justicia; siete meses tuvo la junta de transporte y cuatro meses para mandar las cintas al exterior, les mandé una carta documento. Los aviones sanitarios no están capacitados porque no hay ningún ente que los regule. Las cuatro personas fueron a trabajar y a llevar a una criatura que fue atendida en Buenos Aires y la llevaron a Río Grande y gracias a dios están bien con su padre.”
Alejandro agradeció “el amor de Río Grande por Denisse no me lo puedo olvidar al igual que compartir semanas con ella. Son dos años, pero para nosotros es una locura.”
Consultado sobre cómo continúa la causa, “hay que esperar el resultado de la Dra. Borruto que es lo que estoy esperando para ver qué dice. Si vos salís a robar, vas preso, y acá murieron cuatro personas y estoy esperando que condenen a los que fueran necesarios porque todavía no sé cuáles son los imputados. Tienen que ir presos porque mataron a cuatro personas por negligencia y no le dieron la oportunidad al piloto y copiloto de defenderse”.
Aseguró que desde la empresa no se comunicaron. “No les importó nada, y esto no fue un accidente. Ese avión andaba con un motor solo y si los comandos hubieran andado bien, podría haber volado perfectamente, pero no le dieron esa posibilidad.”
Comentó que “Denisse entró a la empresa por un primo mío que es piloto y a su vez pusimos un ingeniero aeronáutico que fue hasta Río Grande, miró el avión y todos dijeron lo mismo: se sabe lo que pasó y ya lo dijeron, ahora quiénes son los imputados, vamos a dejarlo a la justicia. Lo último que falta es el informe del perito oficial para que después determinen quiénes son los imputados y lo llamen a declarar.”
El padre de Denisse recordó que ya viajó tres veces a nuestra ciudad donde tuvo la oportunidad de charlar con el abogado que los representa, Francisco Ibarra, como así también con la jueza Mariel Borruto y el fiscal “quienes siempre me atendieron perfectamente. Es la tercera vez que vengo.”
Finalmente, expresó que su “hija tenía 30 años y ella me tendría que haber enterrado a mí. Nos mataron a nosotros en vida porque es algo que vos no podéssuperar, yo no sé cómo hace la gente. El día del padre lo tuve con mi hijo que, si bien disfruté, me falta la otra pata que no la puede reemplazar nadie. Es desgarrador. Denisse fue a trabajar, el médico y los pilotos también, cada uno cumplía un rol importante en la sociedad porque Tierra del Fuego está muy lejos de Buenos Aires, se necesitan estos aviones, y no le dan ni cinco de pelota. A nadie le importa nada. No estaban las cosas bien. Lamentablemente estás en Argentina y si te subís a uno de estos aviones, no sabés si está todo bien realizado. No pueden mandar un avión así y tener gente que no sea idónea para este trabajo.”
“El día anterior Denisse me llamó. Yo me enteré por televisión, prendí, y me enteré así. A las 12:30 estaba en casa y me encuentro con que un avión se había caído en Río Grande; Denisse me había mencionado Tierra del Fuego y no había asociado en el momento. Y en el momento lo lamenté, pero no tomé dimensión, y cuando dijeron que era un avión sanitario, fue cuando empecé a llamar a todo el mundo.
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