Este lunes, tras un año de trabajo en la Base Marambio, personal de la Fuerza Aérea, el Ejército y la Armada Argentina regresaron al continente, marcando el cierre de la última campaña de invernada. El operativo incluyó el recambio de dotación, que implicó cuatro vuelos en aviones Hércules y un despliegue logístico para conectar los 6.600 kilómetros que separan la Antártida de Buenos Aires.

Un año de desafíos extremos

El vicecomodoro Damián Rizzo, jefe saliente de la base, compartió las particularidades de liderar la operación en uno de los entornos más inhóspitos del planeta. “Lo más importante fue asegurar que todos pudieran cumplir sus funciones en condiciones extremas, donde resolver cualquier problema puede ser un desafío enorme”, expresó.

Entre las anécdotas, destacó cómo el equipo superó contratiempos como el congelamiento de un caño en medio de vientos de 80 kilómetros por hora. "El compromiso del personal fue clave para que todo funcionara hasta el último día", subrayó Rizzo.

Hitos personales en la Antártida

Raúl Velázquez, suboficial mayor de la Fuerza Aérea, celebró en Marambio un logro singular: más de 2.000 días acumulados en la Antártida a lo largo de seis campañas. Como encargado de la usina de la base, destacó el compromiso que requiere mantener la energía, calefacción y agua en pleno funcionamiento: "Sin la usina, no hay nada", señaló.

Por otro lado, el regreso también trajo momentos especiales como el del teniente Matías Llanos, quien sorprendió a su pareja con una propuesta de matrimonio al bajar del Hércules. "Fueron 16 años juntos y este momento no podía esperar más", confesó emocionado.

Vocaciones reafirmadas y nuevos desafíos

Mariel Kottwitz, cabo primero del Ejército y mecánica de radar, compartió su experiencia al cierre de su primera campaña en Marambio. "Al principio vine para probar, pero ser parte del Ejército despertó en mí un profundo sentimiento de orgullo por la Patria", expresó. A pesar del frío extremo, confesó que el tiempo pasó volando y que el aprendizaje técnico y personal fue invaluable.

Operativo exitoso y presencia soberana

El recambio de personal incluyó la llegada de nuevos integrantes que continuarán la misión de sostener la soberanía argentina en la Antártida y brindar apoyo a investigaciones científicas internacionales. Durante la ceremonia de traspaso de mando, los vicecomodoros Rizzo y Manuel Castaño destacaron la importancia de esta labor para la proyección nacional en el continente blanco.

El regreso fue, una vez más, un recordatorio del sacrificio y la entrega de quienes trabajan en condiciones extremas para representar a la Argentina en la Antártida, manteniendo vivo el compromiso con la ciencia, la cooperación internacional y la soberanía nacional.