La aeronave protagonista es un Boeing 787-9, con registro LN-FNC, entregado a Norse Atlantic en junio de 2022. Con cinco años de antigüedad, previamente sirvió para Norwegian Air Shuttle.
A bordo del Boeing 787-9 se encontraban científicos del Instituto Polar Noruego, junto con una tripulación de logística, equipos y carga esenciales destinados a la Estación de Investigación Troll y otras estaciones en la Antártida.
Antes y durante el vuelo, la tripulación recibió informes meteorológicos continuos y actualizaciones sobre la operatividad del aeropuerto mediante enlaces de datos y comunicación telefónica por satélite. Los pilotos fueron sometidos a una formación especial para familiarizarse con la zona y la pista de aterrizaje, mientras que todos los miembros de la tripulación fueron capacitados en supervivencia en el Ártico.
A lo largo de los años, la Antártida ha recibido vuelos de diversas aeronaves, desde Boeing 757, Boeing 767 y un Airbus A340 de HiFly hasta un Boeing 737 MAX de Smartwings, Ilyushin 76, C-130 Hércules de diferentes naciones con base en el continente, y otras aeronaves de menor envergadura.
También recibe vuelos chárter para turistas que buscan conocer el continente blanco, como los de Aerovias DAP que opera durante la temporada de verano austral con sus “Jumbolinos”. Al igual, Qantas suele organizar vuelos panorámicos a la Antártida con sus Boeing 787.
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