José Onofre Villarroel Soto, “propietario” de la estancia San Justo, fue condenado en un juicio oral realizado por el Tribunal Oral de la Justicia Federal, a la pena de 8 años de prisión, por haber retenido y maltratado a un empleado rural.
La víctima es un empleado de 40 años que había llegado desde Salta, trabajaba en la estancia San Justo y en el mes de diciembre de 2019, denunció haber sido víctima de varias acciones nefastas que ordenaba su patrón, Villarroel Soto.
Esta persona denunció varios hechos y en principio lo hizo en el puesto policial José Menéndez, donde se refirió a una espantosa condición de la que era víctima, donde entre otros hechos, indicó que lo hacían trabajar y no le daban de comer.
Integrantes del gremio de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE), realizaron una denuncia en el Juzgado Federal, por “trata de personas”. Dijeron que el peón rural no cobraba dinero desde febrero a diciembre del 2019. Además le había retenido su DNI.
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