El odontólogo Gordillo fue condenado a 12 años de prisión por el delito de abuso sexual a un menor de edad. Luego de que la víctima, hoy ya mayor de edad, lo denunciará se tomó conocimiento de otras dos denuncias más, por presuntos abusos que había realizado el mismo profesional.

Sin embargo, dichas denuncias nunca fueron tomadas en cuenta para el procesamiento judicial. Una de ellas, el menor tenía nueve años y su madre relató que: “Lo llevábamos porque era una persona de mucha confianza, es un chico fueguino, conocíamos a la madre, y con esa confianza llevábamos a mi hijo a revisar dientes, muelas y ahí surge lo que él le pidió a mi hijo tan chiquito, de que mostrara sus partes íntimas, lo amenazó y le dijo que no hable de que le iba a hacer doler con el torno”. No obstante, comentó que en el momento que el pequeño decidió confesar lo que sucedía, “abusaron de mí” dijo en plena cena familiar.

Su familia no lo podía creer, pero en cuanto tomó el valor de pronunciar esa horrorosa palabra, “hicimos la denuncia y se hizo una cámara Gesell para que declarara sobre lo sucedido y quedamos a la espera de que se iba a hacer un juicio y que iba a pasar, uno sabe que la Justicia es lenta y cuando salió este tema del juicio creíamos que se juntó todos los casos en este juicio, fuimos al juzgado y nos enteramos de que se había desestimado”. Además, “fuimos a pedir que pudiéramos testificar igual en este juicio de lo que nos pasó a nuestros hijos, pero tampoco nos dejaron”.

No obstante, “yo tenía dos opciones, quemarle el consultorio o hacer la denuncia. Si le quemaba el consultorio iba presa, opté por hacer las cosas bien que la Justicia se haga cargo y la Justicia no se hizo cargo nunca, nunca nos llamaron y ahora recién en 2022 me entero porque voy al juzgado que la causa estaba cerrada, pero a mí no me notificaron nunca de nada”.

Por lo tanto, en el segundo caso, la víctima tenía 13 años y llego al consultorio “por recomendación de conocidos, fue 2 o 3 veces, y nos llamaba la atención que no quería ir. Yo pensaba que a los 13 años podía entrar solo a un consultorio y luego supe de los casos de abuso, y un día le pregunté y se puso a llorar sin querer contarme mucho” dijo su mamá

Luego de varias consultas, “nos comentó que lo manoseó dos o tres veces y lo amenazaba que le iba a hacer doler o que nos iba a decir que se portaba mal. En 2009 hice la denuncia en la Policía, no llegó ni a hacer la cámara Gesell, nunca nos llamaron de la Justicia y recién ahora nos enteramos de que la causa se había cerrado y estaba en la nada, no teníamos ni idea de que había pasado”.

Sin embargo, “mi hijo hoy ya está más grande y ni quiere tocar el tema, le hace mal recordar que lo manoseó, que le tocó sus partes. Yo quería testificar en el juicio para ayudar con mi testimonio, pero no se pudo no nos dejaron y mi hijo ya no quiere saber más nada con el tema, por eso no va a buscar volver a denunciar ahora que es mayor y ya tiene su familia” relató.