Ayer comenzó el juicio oral no público contra Claudio Guerrero Villarroel, quien llegó a Tribunales caminando y sin custodia, ya que al proceso llegó en libertad, pese a que se le acumularon entre 7 y 9 delitos cometidos contra mujeres y adolescentes, en todos los casos, afectando la integridad sexual de las mismas.

Los delitos que se le imputan van desde el acoso callejero, los cuales se tornaron virales el año pasado, y por los que además tomó estado público su situación; hasta abuso sexual con acceso carnal en perjuicio a una menor de su entorno familiar.

En la causa también se constituye el Dr. Nicolás Casariego como abogado querellante, en representación a la familia de la víctima quien era menor de edad.  “Se trata del caso más grave en cuanto a un abuso perpetrado contra una menor pariente del mismo. La instrucción de la causa arranca en el año 2015, posteriormente es elevada hacia el tribunal de juicio en el año 2018 donde se hicieron actuaciones complementarias. Digamos que ya estaba disponible la fecha de juicio durante todo el año 2019, que se fueron postergando por cuestiones de agenda del tribunal entre otras cosas”, manifestó Casariego a Minuto Fueguino.

“Finalmente llegamos al transcurso del año 2020, también con algunas suspensiones hasta que se llegó a fijar definitivamente la fecha. Estamos muy ansiosos y preparados para lo que van hacer estas jornadas, que van a ser extensas y en este caso se va a proyectar por los menos hasta el 30 de noviembre, conforme a la guía de la producción de pruebas”, añadió.  

En ese sentido, evidenció que, para el debate oral no público, el Tribunal del Juicio preparó una guía, “prolija y ordenada de manera tal que no se superpongan los 7 hechos que tenemos en el juicio. Respecto a esas causas no intervengo, no tengo conocimiento acabado, seguramente en el proceso voy a conocer que se tratan, pero intervengo en representación de la familia de la menor”.

Sobre la extensión en el tiempo para el inicio del debate, consideró: “oportunidades estimo que hubo, pero también hay que ver la otra parte, pesa realmente sobre tribunales, sobre los juzgados de instrucción y sobre todo el sistema penal, una carga importante de trabajo considerado el año particular por el que transitamos”.

A pesar de esto, fue contundente en cuanto a la espera de una condena justa, “Lo importante ahora es tratar de arribar a una sentencia porque estamos convencidos de que tiene que ser condenado y por sobre todas las cosas hacer justicia”.