El Dr. Eduardo Nicolás Casariego es querellante en el proceso oral en contra de Claudio Antonio Guerrero Villarroel, empleado municipal de 41 años, acusado de diversos hechos de abuso sexual simple, acoso callejero, abuso sexual agravado, exhibiciones obscenas, entre otras acusaciones. Por estos hechos, brindó detalles del juicio que se encuentra próximo a su cierre pero que, por estos momentos, permanece detenido ya que los fiscales Jorge López Oribe y Laura Urquiza, fueron aislados de manera preventiva por posible casos de COVID positivo.
Para el día martes estaba previsto que se culmine con la recepción de testimoniales, y luego los alegatos para conocerse el veredicto final. Sin embargo, a fin de evitar mayores dilaciones en el proceso, el tribunal analiza poder continuar las audiencias por teleconferencia dentro de todas las posibilidades técnicas y de salud de las partes.
“Estaba prevista la finalización de la recolección de pruebas para el día martes, el tema es que un fiscal de la causa tuvo que ser aislado y esa última testimonial que quedó pendiente. Se estaría tomando en los próximos días”, dijo el Dr. Eduardo Nicolás Casariego en ((La 97)), Radio Fueguina.
Para ese mismo día, también se habían dispuesto otras testimoniales, “pero fueron incorporadas por lectura en solicitud tanto de la defensa, de la querella y también con la participación de un representante del ministerio público fiscal, que en este caso fue el Dr. López Oribe a través de una comunicación virtual”, comentó.
En relación a la última testimonial pendiente, se trata de la concubina del imputado Guerrero Villarroel. “Este fue únicamente pedido por la defensa. Tanto para la fiscalía como la querella no es un testimonio que en principio, por lo menos para esta parte, sea relevante o se tenga en cuenta de manera cabal a partir de los intereses que pueda llegar a tener al ser pariente próxima al imputado. Pero es un derecho que tiene la defensa, simplemente esperamos que se ejerza ese derecho”.
Sobre la fecha de reinicio,: “estimo que el juicio continuara la semana que viene, si es que están dadas las condiciones técnicas y de salud de las partes”, sostuvo el abogado.
Al relatar el proceso y la carga probatoria presentada con el paso de testigos, Casariego afirmó que, “los hechos están totalmente acreditados, si bien en este tipo de delitos que generalmente son puertas abiertas, no hay pruebas materiales, pero hay pruebas periciales medicas como psicológicas que se tomaron como indicios totalmente contundentes y categóricos respecto a la responsabilidad de Guerrero”.
Y añadió, “Se suman los testimonios de personas que notaban cosas raras en la menor, y en la conducta que ella adoptaba”. Explicó asimismo que, de acuerdo a la instrucción realizada, existía una premeditación previa a cometer estos hechos: “Hubo planificación en los momentos para llevar adelante estos actos ilícitos; la persona no lo hacía cuando había gente alrededor, tomaba ciertos recaudos”.
“Es una persona que tiene antecedentes del año 2001, del año 2008. Que hayan pasado el resto de los hechos o que posteriormente se puedan acreditar que pasaron estos hechos en la vía pública no hacen más que reafirmar que esta persona es peligrosa”, y recordó: “Estamos hablando de varias causas, no solo de estos 7 abusos en la vía pública y este abuso en el que nosotros somos querella. Hubo casos en 2008 y 2001; hubo casos de violencia, en los que incluso apuñaló a una persona”.
Por todo esto, Casariego espera una condena ejemplar por parte del Tribunal, teniendo en cuenta que el Código Penal establece penas de hasta 20 años para delitos de abuso sexual con acceso carnal, y existen en este caso los dos agravantes antes mencionados.
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