– En la quinta jornada del juicio por el doble crimen, Alejandro Badilla, uno de los cuatro imputados que tiene esta causa, reconoció el objeto (una cadena con un caño) con el que golpearon a Nahuel Roth y en este sentido, el Dr. Fernández dijo que la correa perteneciente a Badilla puede producir las lesiones en el cráneo y cuerpo que presentó Roth (fractura de cráneo con hundimiento).
Luego declaró Luis Herrera, responsable del monitereo de las tobilleras electrónicas, teniendo en cuenta que Víctor Perpetto llevaba consigo una de estas tobilleras al momento de ser ejecutado. En su declaración, Herrera aseguró que Perpetto tenía la tobillera desde el año pasado y explicó cómo funcionaba el modo reposo de la tobillera. Indicó que se activa luego de 10 minutos, si es que la persona que la porta no se mueve, y su intervención colaboró para precisar el tiempo en el que estuvieron presentes las víctimas dentro de la casa con movilidad.
Finalmente declaró la última testigo que restaba que es Noemí Luján Bustos, pareja del imputado Diego Moral. Cabe recordar que la mujer estuvo detenida cuando comenzó la causa y luego fue sobreseída.
Bustos declaró que esa mañana se encontraba en su domicilio ubicado en la casa de atrás de Badilla. Al respecto, relató que “ese día llegó mi pareja y me dijo que había tenido problemas con Perpetto y Roth y que no podíamos ir a Tolhuin y que nos teníamos que ir. Después cuando se estaba yendo, cruza Gastón Badilla y le dice que ya se fue el auto, y se retiraron los dos. Miré por la ventana para ver si veía un auto y lo veo a Alejandro Badilla en la ventana de atrás que tenía sangre en la nariz y una remera manchada, estaba mal”.
Continuando con su testimonio, indicó que “me voy para adelante y en eso llega Manolo (Manuel Guerrero) –cerca del mediodía- y le digo que me acompañe. Le pregunto a Alejandro qué había pasado y no me contestó. Estaba mal y nos pidió que le ayudemos a limpiar y después terminamos de limpiar y llegó un auto blanco y Alejandro se va a esconder y me acerco a la puerta para ver quién era, y llega el hermano de Perpetto y me dice lo agarré a tiros a tu marido y dónde está el pibe y yo le digo que no entendía nada, y se fue”.
“Cuando vuelvo con Manolo a mi casa, antes de volver, nos fuimos para atrás, Alejandro salió por la ventana de atrás y se retiró del domicilio y con Manuel nos quedamos atrás. Preparé mis cosas, llega mi pareja y nos fuimos del domicilio”.
La mujer del imputado Moral, indicó que la casa de Badilla “por primera vez estaba limpia y quedaron acomodadas las sillas y el piso quedó dentro de todo limpio. Esa casa siempre es una mugre; había mugre pegada hace años, pelos de perros, basura de todo tipo, había un poco de sangre del lado de la ventana donde supuestamente había una barra. La casa es muy reducida y en ese lugar solamente vi sangre. En medio de todo el problema no puedo ver todo. Yo tiré agua en el piso y empecé a sacar con el secador. Cuando yo salí de ese lugar no quedó nadie porque Alejandro salió por la ventana de atrás porque tenía miedo. Estaba muy nerviosa. Atrás de la puerta había un montón de cosas”.
Indicó que “Manuel Guerrero llegó cerca del mediodía a casa, después de que Diego y Gastón se fueran del domicilio”. En ese momento, el juez Varela le exhibió imágenes de la vivienda luego del hecho. “Cuando me fui alrededor de las 16:00 hs, no había nada de eso. Yo salgo con Manolo del domicilio y automáticamente Alejandro se va. En eso llega mi pareja, agarro mis cosas y me voy. No quedó nadie, la casa quedó cerrada y limpia, no con todas las cosas que se encontraron después. Yo cerré la llave y le puse la traba y la madera que siempre ponía Alejandro como traba”.
Tras su declaración testimonial, se pasó a un cuarto intermedio y los imputados decidieron no ampliar su indagatoria.
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