Este jueves comenzó séptima jornada del juicio por el doble crimen contra Víctor Perpetto y Nahuel Roth. La audiencia comenzó con los alegatos por parte del Dr. José María Fernández López, defensor oficial de Alejandro Badilla, Diego Moral y Fernando Manuel Guerrero.
En este sentido, dicha defensa solicitó al Tribunal que se absuelva a Manuel Guerrero al sostener que no hay pruebas que permitan corroborar con exactitud que su defendido haya estado en el lugar cuando ejecutaron a Perpetto y a Roth; y, además, pidió que se considere como “legítima defensa” el accionar de Badilla (padre) y Moral.
Por su parte, el Dr. Alejandro de la Riva, defensor de Gastón Badilla, pidió su absolución y criticó nuevamente cómo se desarrolló la instrucción de la causa y a su vez la postura del Tribunal por no haberle dado lugar a la pericia balística que fue solicitada en tres oportunidades por De la Riva.
Ambos defensores sostienen que Guerrero no estuvo en el lugar cuando ocurrió el hecho y que tanto Moral como Badilla (padre) actuaron en “legítima defensa” mientras que Gastón Badilla “no disparó y no mató a nadie” y que su accionar también fue en legítima defensa.
El debate pasó a un cuarto intermedio hasta mañana.
¿Qué dijo la defensa de Alejandro Badilla, Diego Moral y Manuel Guerrero?
El Dr. José María Fernández López, defensor oficial de Alejandro Badilla (padre), Diego Moral y Manuel Guerrero, al comienzo de su exposición, indicó que “he de disentir con las alegaciones efectuadas desde ambas acusaciones porque vuelvo a reincidir en aquel planteo que se hiciera de esta defensa al momento de citación a juicio y citación a prueba, en cuanto a el déficit de la acusación, con la precisión del hecho. Solo puede ser salvada si aprendemos los hechos tal cual como ocurrieron y desde toda su extensión. Desde la acusación se ha imputado un resultado que es el cuándo y el dónde, pero no el quién y el cómo, entonces al no saber qué desarrolló cada uno de los imputados y cómo lo desarrolló, obsta a esta defensa y veremos cómo desde las acusaciones se han dado por verídico algunas partes de los dichos de mis asistidos en cuanto se reforzaron las acusaciones. Cuando los testimonios de defensa no servían a la hipótesis acusatoria, han sido descartados. No son totalmente coincidentes porque son tres personas distintas que han percibido una misma realidad de forma diferente”.
Para el Dr. Fernández, “no podemos cortar los hechos a aquellos fatídicos minutos a partir de que llega Roth y Perpetto a las 9:32 minutos hasta pasadas las 11 de la mañana cuando se retiran. La agresión empieza a las 7:22 de la mañana cuando arriban el señor Roth y Solís a la vivienda del Sr. Badilla quien se encontraba con su hijo y Moral compartiendo una amena jornada. Ellos sabían que iban a ir porque estaban los mensajes de Solís diciéndole a Badilla si no le daba sustancias. Solís 6:25 le manda mensajes a Alejandro Badilla y le contesta Gastón. Los imputados no sabían que Solís iba a llegar con Roth y menos en el estado que estaba Roth; el perito forense fue claro cuando solicitó una serie de estudios y no se hicieron, pero el resto de la prueba acredita el estado de exaltación en el que se encontraba Roth cuando inician los hechos a las 7:22 AM”.
La defensa de Alejandro Badilla, Moral y Guerrero, sostiene que “las filmaciones son claras en el estado alterado en el que se lo ve a Roth, caminando con una botella de whisky, iba en búsqueda de sustancias que fueron entregadas. Consumieron y luego regresan. Lo dijo la policía científica cuando dijo que Solís interactuaban con Roth y se los veo forcejando y con golpes. Luego toman caminos distintos entre Roth y Solís”.
Asimismo, recordó el testimonio del chofer de apellido Mamani que fue quien llevó a Solís y a Roth a la casa de los Badilla. “Según el chofer Mamani, no les abonaron el viaje en su totalidad y temió por su integridad. Fue claro al decir que descendió de su vehículo para reclamar el pago, fue hasta la vivienda del 20 de junio, tocó la puerta, fue abierta y observó a 4 personas, quizá porque alguno fue al baño. Estaba Solís y Roth y dos de las personas que estaban ahí. Luego mantiene una discusión con Roth y el señor Mamani decide irse. No existe ninguna prueba de que ellos tenían conocimiento de que Roth volvería acompañando de Víctor Perpetto a la casa”.
Continuando con su alegato, el Dr. Fernández indicó que “luego se reanuda la agresión a las 9:32 minutos cuando arriba el Chevrolet a la vivienda de Alejandro Badilla en 20 de junio. La acusación de crimen premeditado se desvanece con la tobillera de Perpetto. Su muerte se habría dado a las 9:55 AM. Hemos visto las agresiones de los fallecidos y de los imputados. El golpe de Moral en su cráneo está constatado por parte de una culata que usó Perpetto. Es la persona más grande -Alejandro Badilla- quien golpea con la correa del perro a Roth y luego dispara porque los más jóvenes estaban en la riña. Es el Sr. Badilla que toma la pistola calibre 22 en un lugar tan reducido. Los dos sujetos que estaban afuera de la casa (Soto y Perpetto) se mantienen tanto tiempo porque estaban haciendo de campana para que efectivizar la agresión de la que iban y fueron víctimas, Alejandro, Gastón y Diego moral; también está comprobado en la persecución donde había armas. Las armas había afuera y adentro. Los de afuera –Soto y Perpetto- se ponen nerviosos cuando se asoman a la vivienda y ven que el panorama es otro y escuchan los disparos. Diego Moral, conocedor de armas, tiró a lugares no vitales. Podríamos entender que Alejandro Badilla se excedió en el fervor de la discusión”.
En este sentido, advirtió que “los imputados se siguen defendiendo porque están sentados acá con chaleco antibalas y porque la vivienda de Badilla fue incendiada”.
La defensa oficial también hizo hincapié en los mensajes que intercambió Moral con su esposa Bustos quien ya prestó declaración indagatoria en este juicio. “Hay un intercambio de mensajes a las 7:46 AM que dan cuenta cómo inició la agresión donde Moral le dice a Bustos que casi nos agarramos a los tiros. Con ello, señores jueces, tengo por probado con certeza que las cosas son como dijeron Moral y Badilla y en eso se ha apoyado la prueba que acabo de detallar y eso nos da la respuesta del cómo y quién hicieron cada uno las cosas. Hay una agresión ilegitima y no tenían por qué tolerarla. La racionalidad del medio empleado para repelarla la valorará el tribunal”.
Fernández volvió a reiterar su rechazó a la “la calificación jurídica porque no hubo homicidio alevoso ni premeditado. Ha quedado en claro que no son mis asistidos los que inician la agresión y aun cuando fuera así, no fue alevoso porque se encontraban en su domicilio, fueron golpeados. Solicito que se tenga al caso como legítima defensa” el accionar de Alejandro Badilla y Diego Moral.
Con respecto a la situación del otro imputado, Manuel Guerrero, remarcó que “no hay una sola prueba que lo ubique en el momento de que Roth y Perpetto fueron ultimados. Fue Luján Bustos la que declaró cómo Manuel Guerrero llegó al mediodía a la vivienda cuando se estaban llevando los cuerpos de los fallecidos. No estuvo en el lugar del hecho y el testimonio de Bustos no solo se condice con las pruebas científicas, sino que nada más ni nada menos que el teléfono del Sr. Manuel Guerrero que refrenda la hipótesis de que el no estuvo al momento en el que acontecieron los hechos y fue aquí donde pudimos ver y se advierte cómo entre las 11:00 y minutos de la mañana y 12:19 HS se registran eventos de conexión del celular de Guerrero que lo ubican en determinados lugares. Nos preguntamos cómo puede ser que Guerrero estuviera adentro de la vivienda a la hora del fallecimiento si a las 11:32 se lo sitúa en Victoria Ocampo y Aeroposta Argentina y recién a las 12:19 se lo sitúa en 20 de junio al 736. Esto es una prueba concluyente por cuanto no hay cámaras que registren el ingreso del Sr. Guerrero a la vivienda”.
Sobre la pólvora hallada en las manos de Guerrero, sostuvo que “tiene una explicación y la reconstrucción que se sugirió no se tomó en cuenta. Estuvo en el lugar del hecho, ayudó a limpiar y pudo haber manipulado armas y vainas. Por haber estado en el ambiente pudo haber contraído restos de pólvora” e hizo hincapié en el momento en el que familiares y allegados a Víctor Perpetto acudieron a la casa de Badilla luego de que se consumara el hecho: ¿Por qué no arremetieron contra Manuel Guerreo? porque estaban seguros que el no estuvo en el lugar.”
Finalmente, solicitó la absolución de su defendido Guerrero y también que el Tribunal evalúe como “legítima defensa” el accionar de Alejandro Badilla y Diego Moral.
De la Riva pidió la absolución de Gastón Badilla
Por su parte, el Dr. Alejandro de la Riva, defensor de Gastón Badilla (hijo), volvió a cuestionar que “fue muy dificultoso llevar adelante esta defensa; tal dificultoso ha sido y sigue siendo porque hemos hecho reserva de casación y federal. Había pruebas que había que esperarlas y no vamos a tener la prueba de la pistola donde había sangre de Moral, tampoco vamos a tener la prueba balística donde podríamos corroborar fehacientemente cómo fue una instrucción amañada y el Tribunal no quiso una reconstrucción e inspección ocular”.
En este sentido, de la Riva recordó que “el 8 de octubre en horas de la tarde se comunica conmigo Gastón Badilla y me pone al tanto de lo que había pasado. Lo voy a buscar, vamos a mi domicilio y él tenía una herida en la pierna y efectivamente se había cambiado la ropa, lo cual no forma parte de un indicio de nada sino de higiene y salud. Cuando me comenta los hechos y me entero quiénes habían sido las víctimas, me puse en alerta. El sabía que había fallecido el hermano del pelado Maxi Perpetto. Por la mecánica del hecho y las características de las víctimas, me pongo en contacto con el Dr. Cesari Hernández y le comento que Badilla se va a entregar. Me dio poca bola, propio a su personalidad psicopática y cerca de las 20:00 lo constituyo en su detención. En ese ínterin, me cuenta exactamente lo que pasó y por supuesto hay detalles que, como dijo el Dr. Fernández, no todos tenemos la misma percepción de un mismo hecho. Luego voy a ver al padre que es amigo mío hace 35 años. Nadie es ajeno a esta causa ni la victima ni los victimarios. Cuando lo encuentro a Badilla que en ese momento tenía 48 kilos más era una morfa hundida en un sillón babeando y sangrando de la nariz. Balbuceaba y se dormía. Era grave su aspecto y la situación. Me dijo qué había pasado y estaba con muy poca capacidad de análisis”.
El Dr. Alejandro de la Riva confirmó que recibió llamados privados “donde me sugerían que no me meta en la causa y no me meta en quilombos. La sugerencia fue más grave cuando me agujerean de un tiro un vidrio de una propiedad mía y la balita cae dentro de mi casa. Además, el 15 de octubre, recibo un mensaje de Maximiliano Perpetto que dice:
- “Hola Jano, ¿cómo andas?”
- “Sinceramente lamento mucho lo de Wity”, le respondí. Mañana se sabrá todo, igual no hay consuelo. No quise llamarte porque sé lo que estás pasando. Cuando quieras nos vemos.
- “Gracias Jano”, me dijo.
- “Van a confesar y sabrás la verdad”, le dije.
“En la dinámica, los disparos que efectuó Badilla y Moral fueron inmediatos”.
Además, indicó que “la querella tiene una carga emocional que no puede tener la fiscalía porque la fiscalía está para que me cuide a mí también y que se busque la verdad y no se puede oponer a que se haga una pericia. La pericia balística se debió hacer. Cuando salen cargando los cuerpos sin vida, Moral saca su arma y gracias a repeler esa agresión se perfora la cubierta, cesa la persecución y ellos salen bajo gran estado de estrés, Moral tiró su arma y se quedó con el otro fierro, tal como lo dijo”.
“Hay algo más importante y es por qué esa negativa de hacer la pericia si ya confesaron. Tratan de poner a Manuel Guerrero ahí adentro y la querella me ahorró hasta tener que andar buscando horas minutos y filmaciones. En ese horario el muchacho Guerrero no estaba y no sé cuál es el apetito de meter gente y meter calificaciones hacer este papel tan triste. Ellos confesaron y no se puede dividir la confesión menos en perjuicio de un inocente que ni siquiera estaba en el lugar de los hechos. Si se hace la balística porque se pidió dos veces”.
De la Riva reiteró que Víctor Perpetto y Nahuel Roth “fueron a buscar merca y de pecho y es cierto lo que dice Moral y es contundente que le reventaron la cabeza de dos culatazos. En el disturbio le sacaron las armas y Alejandro Badilla los mató. ¿Qué quieren más circo y amarillismo? Esto fue así y cuando entró Perpetto, Gastón Badilla estaba defecando y cuando escuchó los gritos salió y lo vio a Wity salió a calmarlo y todo fue de mal en peor y en segundos. Acá no hay ningún plan de nada”.
Recordó que como defensa “cuando pedimos la balística, la Dra. Santana fundó su rechazo en que la misma podía ser peticionada en la etapa del proceso. Tres veces nos rechazaron la pericia y vamos a decir que el arma accionada es el arma negra secuestrada porque solo lo dice Científica”.
Ya en la etapa final de su alegato, de la Riva remarcó que “el que falleció era una persona conocida y también sé que flaco favor le hubiera hecho si por miedo no aceptaba la defensa. Yo no tengo miedo, pero sé muy bien por qué están todos estos vestidos con chaleco. Si este tribunal llegase sin fundamentación seria a hacer lugar a esos pedidos, en la calle van a decir que no solamente manejo la calle sino también la justicia”.
Finalmente, expresó: “voy a pedir que se absuelva a Gastón Badilla porque su accionar fue en legítima defensa. Se puso en el medio para evitar que Perpetto le siga pegando a Moral y no ha matado a nadie. Estaba en la casa de su padre y su padre que fue el que dijo que agarró el fierro y le dio, califiquemos eso. Ninguna suposición es valedera para llevar a prisión a una persona”.
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